Cuando eres en bien, superas todo

Meditación con Mataji Shaktiananda

23·10·2024

Que nuestra cita sea productiva, como siempre,
desde lo que hemos entendido
es nuestra profunda comunión,
asistiendo como hacemos,
a lo que esta Esfera es y representa:
una fuerza de almas que han coincidido
con el único propósito de establecer aquí
un conducto, bajo el cobijo del kriya yoga,
bajo la asistencia perfecta y absoluta
del Mahavatar Babaji, y la estela radiante,
de Maestros Inmortales.

Solo imagina lo que este amparo es hoy,
lo que significa saber guardarse en un principio,
no solo de fe, sino de verdad en lo que Es,
en lo que somos,en lo que existe,
dentro de todos estos Universos
en los que nos movemos,
siendo esto parte de una conciencia activa.

Partiendo de eso, respira conscientemente,
atendiendo tu momento y ésta tu voluntad,
que te trae aquí y que te sostiene.
Haz el juego del respiro, lo que vida te da,
y complácete en tu presencia de tu vida,
de tu fuerza, tu voluntad y tu propósito exacto.

Verás cómo el respiro se libera,
se hace absolutamente consciente,
cobra todo el sentido.
Si te sobrevienen pensamientos,
que sean puros, oportunos, sabios.
Acéptalos y disponlos para este momento,
hasta que con cada respiro
se vayan acoplando a tu silencio,
a lo que hoy logras,
establecerte en una conexión íntima,
en la que te vas percibiendo,
haciendo registro de todo lo que produces,
concretándote en tus formas,
estáticas, silenciosas, dadas para esto:
una sana y justa introspección
que te lleve siempre a más, a más de lo que eres.

El respiro consciente que te acompaña,
te va estabilizando y te va llevando
a este estado de profundo sosiego,
en el que simplemente te observas,
sin razonar demasiado, sin hurgar sentimientos,
más bien procurando pasar, transitar,
de un estado a otro,
manteniendo la constante del respiro,
lo que te va produciendo, lo que te va aislando,
te va recogiendo, hasta quedar en ti,
sujeto ahí, a todo lo que eres.

Nada ocurre, nada cuenta,
nada acecha, nada perturba.
Solo existe ese sutil e imperceptible respiro,
que te conduce a tu aliento,
y es en tu aliento, en el que consigues
lo sublime, tu esencia pura,
rezagada en ti, a salvo del ego,
explorando, experimentándote,
sobre esto que ejerces:
tu dominio libre de conciencia,
tu respiro consciente, tu fuerza producida,
tu constante habitada por ti,
confiando en lo que eres,
ajustando recursos, exponiéndote,
para hacer ese ejercicio de autoconocerte,
de sentir, presentir, lo que se produce,
lo que se crea en ti a partir de lo que vives,
y así definir, decidir actuar,
sabiendo que es lo que se hace aquí: accionar.

Es cuando te propones que toda acción guarde
absoluta coherencia con lo que piensas,
dices y pretendes ser, y por eso haces.
Te extiendes en voluntad,
en propuesta, en propósito
y vas elaborando, vas ganando consistencia,
para que lo que haces, sea.
Ni siquiera lo que quieres, lo que debes.
Y que ese deber no sea una imposición
de ti ni de nadie.
Que sea lo que te fluye y te llena,
y te hace experimentar la luz que eres,
la verdad que eres, lo que has obtenido
como la más pura expresión de la verdad.

¿Qué sientes? ¿Qué dices?
¿Qué produces? ¿Qué haces?

Es cuando logras sentirte bien.
Sentir esto que se dice el bien,
con lo que no transgredes a nadie, ni a ti.
Ejerces voluntad consciente, te complaces
y, por sobre todo, te amas y te permites amar.

Y saber que es una corriente, una constante
con la que cuentas, en la que existes,
con la que obras.
¿Cómo no respirar libremente,
pacíficamente, abiertamente?
¿Cómo no aspirar a toda plenitud,
a lo que la paz es?
Cuando sabes que estás en bien, estás en verdad
y te sobrepones a tus contradicciones,
hasta a tus contratiempos,
porque te brindas la capacidad
de superarlo todo, de rectificar, de redimir,
de atenderte cada vez más,
con más entendimiento y conciencia.
Y todo eso, está a tu alcance,
respirando así, sabiéndote, amándote.

Así que como siempre,
retoma un respiro profundo,
que te reubique aquí,
en tu presente más perfecto,
en tu condición ganada,
en tu estado de conciencia trabajado
y en la verdad que eres.

Estímate más, valórate más,
no renuncies a tu propósito exacto,
más, si lo conoces bien, si lo sostienes,
si lo defiendes.

Hazte presente, expresándote como puedas,
quieras y sientas, profunda gratitud.
Agradece la asistencia,
todo lo que has producido en bien,
todo lo que eres en bien y en luz.

Om Namaha Shivaya