Conciencia en el hermoso vacío

Meditación con Mataji Shaktiananda

31·01·2024

Disponte, toma aliento y proponte a respirar.
Sé consciente de cada respiro,
de la forma en que lo haces y las ganas que tienes,
así como las que tienes de estar ahí, dispuesto en ti.

¿Cómo serían?
¿Cómo se expresan las ganas de meditar?
Y solo tienes que invocarte a ti.
Tal vez sería muy ambicioso saber quién es uno,
pero tenemos que acercarnos a lo que somos,
con serenidad, con profundo respeto y con inmenso amor.

Así que mantente ahí,
sabiendo cada respiro tan tuyo, tan vital,
tan dado para esto y, lo que te proporcionas:
un espacio así en ti, de algún sosiego,
procurando quietud, pero por sobre todo eso,
amándote un poco más.

No es mucho más meditar, así que respira,
convirtiéndote en ti, en lo que realmente eres:
un maravilloso ser, con infinitas posibilidades
de darse en todo su alcance
 y, que tu único afán sea respirar consciente,
 brindándole solo el espacio a eso.

Si lates en angustia, respira. 
Si se asoma alguna inquietud, respira.
Si sobreviene algún temor, respira.
Y confía en que lo haces bien, como es, como eres.
Y que cada respiro va callándolo todo,
 de todo este bullicio indetenible.
 Y que empiezas a expresar silencio,
dentro de lo que el tono es.
 Y todo se va acoplando.

 Tu respiro, el tono, tu silencio
y cierto candor al saberte percibir,
al saber lo que contienes, y lo que te conmueve.
Contienes la vida,
ésta en la que estás hoy y te permites tanto.
 Tú sabrás qué tan hermosa es,
qué haces para que así sea.

Te preguntarás, ¿qué tan hermosa es la vida?
 ¿Es acaso la vida hermosa?
Haciendo registro además, de lo que el Planeta es,
de todo cuanto existe, de cómo funciona,
de cómo operamos en él.
 De los intereses formados, las situaciones provocadas,
lo que hemos habitado como sistemas 
y, lo que decimos trabajar aquí, ¿es todo eso hermoso?
Y sabes que no. Si dices que sí, mientes.

Dirás, ¿alguna vez lo fue? ¿Alguna vez será?
No mucho.
Porque no es que se trata de que lo sea, ¿cómo?
Es cuando tendrías que apelar a tu tiempo dispuesto,
a extraer y a extraerte de los momentos,
todos hermosos. Todos.
Piensa en uno, respira en uno, produce uno, considera éste.

Todo es hermoso,
más de lo que hubieses imaginado jamás,
más que hermoso, supremamente hermoso.
 Respira ahí, respira ahora, respira en ti, hermoso Ser.
Sostente. Rostro altivo, cuerpo erguido,
alma abierta, sutil respiro.
Nunca nada más hermoso.

 Eso es lo que Es. Nada más.
¿O esperas anuncios? ¿Una que otra sorpresa?
¿O que sea el otro, quien pueda, quien te permita,
quien te produzca, quien te provea,
quien te dé la hermosura y la belleza?

Y mira que el hombre ha creado,
pero nada ni nadie, como el creador que Es,
esa prodigiosa Conciencia que habita en todo,  
que hizo, hace y hará todo.
La hermosa Conciencia de la que eres parte,
la que es en ti, por la que respiras y te respira a ti.
La fuerza de todo, el principio de luz.
 Y estás ahí, respirando así, sintiendo así, siendo así.
¿Qué más belleza?

Por eso ni te distraigas, ni te perturbes,
ni te demores, ni mucho menos resientas, esto es así.
Si respiras queriendo, apagarás todo mal programa,
toda falsa proyección, toda ilusión descontrolada
y podrás sentir lo que Es, lo que sí existe.
Y sabrás retornar y prescindir de esto,
ya no tendrías necesidad, ni formas de apego.
Divina suspensión. Espacio ingrávido.
Conciencia en el hermoso vacío.

Respira ahora, con fuerza, con vitalidad,
sabiendo quién eres y dónde estás
 y, lo que podría ser mejor, qué quieres.
Respiras profundo
y te agradeces la vida, tanta bondad
 y tu plan hermoso: ser siempre más.
Ser siempre.

Om Namaha Shivaya