Aprecia tus latidos y libera amor

Meditación con Mataji Shaktiananda

23·08·2023

Notifica tu presencia,
hazte saber que estás aquí,
con alguna frase amorosa y profunda para ti.
Así, quien debe, sabrá.

A veces atendemos tantos yo internos
y ni siquiera nos responsabilizamos,
los dejamos inquietos, pretendiendo ser.
Y solo existe uno, tu esencia viva,
la que responde, la que atiende, la que quiere esto
y solo quiere entregarse.
Por eso, respira para ella, para esa tu esencia,
la que más y mejor se nutre de lo que respiras.

Respira serenamente,
concentrándote en cada respiro,
con el ritmo que te impongas,
con la necesidad que muestres,
con la voluntad que tienes
y, el anhelo, el más hermoso.

Haz que cada respiro denote lo que quieres,
concédele esa cualidad. Cada respiro vital.
Si se te da alguna sensación de atrapamiento,
de encierro, contención, respira a ver.

A veces la mente hace ese ejercicio,
queriendo agolpar
parte de tus manifiestos internos, los menores.
Y hacen bulla, hasta escándalos,
semejan tormentos.
Respira, no cuentes con nada de eso,
ni que cuenten contigo.
Ahí como estás, así como eres, solo respira.

Si algo te permites percibir,
a lo más, algo en el pecho,
que se mueve y remueve ahí, con algún efecto,
 casi extensible, si apenas lo percibes.
Y tu respiro lo modula.
Si te gusta, intensifícalo y respira para eso.

No busques mucho más, no intentes nada,
solo sostente ahí,
en esa condición tan propia, tan fascinante.
Que nada te asalte el momento.

No es que estás inhibiendo nada,
al contrario, todo se está liberando.
Cualquier pensamiento, por intrusivo,
por obsesivo, no te encuentra.
Cualquier sensación,
desde donde sea, no la registras.

Dirás, ¿debo sentirme? ¿Sentir algo?
Procura que no. ¿Qué podría ser?
¿Qué o quién, podría producirte
algún sentimiento, en un estado así?
¿Para qué lo querrías? Apenas respira.

Dirás, ¿con qué o quién contacto?
¿Qué sensación o sentimiento te daría el silencio?
Ese que contienes,
el que en momentos así, se hace en ti.
¿Qué sensación o sentimiento
produciría el amor que te guardas?
Y es que, sentimiento mismo es.
Y comprendes que te produciría calma,
sosiego, tranquilidad.

Y respiras porque si te aquietas más, sería paz.
¿Qué sensación o sentimiento, manifestaría el Ser?
Y es hasta el mismo respiro breve,
quedo, imperceptible apenas.
Es cuando ese espacio
que se recrea en tu físico, en tu cuerpo,
en el centro del pecho, late en plenitud.
Adivina, ¿contactando con qué?
Con todo lo que existe.
¿Te imaginas? Que estás ahí, en presencia,
en vida, existiendo, latiendo,
con todo lo que existe.

Aprecia el latido, apréciate, inmenso Ser.
Mírate lo que eres capaz.
Aprecia el instante, ¡si no existe más!
Todo lo demás, termina no existiendo,
aunque creas que sí, aunque sientas que sí,
aunque aún quieras que sí.

Como puedas, como quieras, libera amor,
el que consideres,
no te preocupes por reservas, no tienes idea.

Dirás, ¿qué o quién necesita del amor que soy?
Todo.
Y cuando haces eso,
ni te imaginas el amor que recibes.
Inmenso.
Respíralo.
Si te da hormigueo, ni atiendas.
Si quieres, sonríe, apenas.

Quédate un rato, ni opresión, ni presión,
solo es liberación.
Es que es tu sustancia, eso eres.
Y ni te acuerdas, ni te propones, ni te acercas, a ti.

Respira ahora profundo,
atendiendo el momento,
recobrando toda tu presencia.

Asistida en aliento.
Eso es para mí.
Asistida en aliento.

Respira profundo agradeciéndote,
retornando a tu aquí, ahora.
Respira profundo.

Om Namaha Shivaya