Tu fruto más preciado es tu verdad

Meditación con Mataji Shaktiananda

16·08·2023

Respira con serenidad y pulcritud.
Que cada respiro sea consciente
 y te vayas asentando en todo lo que eres.
Respira en calma hasta que tus ojos te avisen
lo complacido que estás de estar así,
de sentirte así, de ser así.

Percibe cómo estás,
haz un breve repaso a tu sentir.
No sería preciso que te condiciones a nada,
pero permite que la respiración te lleve a ti.
Percibe tus formas quietas y valora eso,
cómo has podido demostrarte tus otras formas
y cómo te atiendes para alcanzarlas.
Y es respirando así, advirtiendo la esfera,
conociendo tus pasos, aceptando tus avances
y priorizando tus necesidades.

Gracias por estar aquí,
más si cuentas con tu iniciación.
Siéntete en respaldo, en tu acuerdo de luz
y por la valentía de tener fe.
Agradécete eso,
aliéntate con su presencia, sabes que está en ti.
Divino Babaji.
Amado, soy quien amas.

¿Reverdecerás? te pregunto.
Y dirás, ¿como una planta? Sí.
¿Florecerás? Y dirás, ¿como la flor? Sí.
Aunque muchas veces te sientas una estaca
plantada ahí, en el espacio de tu Ser,
con entendimiento y compromiso de avance.
¿Hacia dónde? Dirás
Y siempre lo sabes, hacia ti.


Así que respira gratificándote
en ese saber tan propio
y tu promesa de no rendirte
pese a lo que encuentres,
pese a lo que hagas, por desconocer todo.

Respira en calma e imagina igual
los frutos que de ti serán.

¿Sabes cuál es el fruto más preciado
que un Ser puede alcanzar en sí mismo,
dar, producir?
Su verdad, sea la que sea.
Su inmensa, firme y hermosa verdad.
¿Aspiras a eso?
Cuando te sientes convertir
lo que tu vida, tu historia es,
dentro de un mundo así,
en el que la fascinación va por mentir.

Y te mientes la vida, la que escoges,
la vas llenando de lo que crees es,
cuando lo que deberías,
es vaciarte de la misma verdad.
¿Para qué te serviría?
Si lo que estás es disolviéndote,
desconcretando todo,
 ascendiendo hacia verdades superiores, no éstas.

Y no preguntes nada,
no habría nada que adelantar,
ni expectativas que armar, nada.
¿Qué crees puede aguardar
cuando decides trascender todo esto?

Respira en silencio,
porque es el silencio quien te diría la verdad.
Respira en silencio.
En el silencio habitan los frutos de la verdad.

¿Cómo vas?
Porque las verdades puras no atacan,
no engullen, no demoran,
no atentan, no arriesgan,
no simulan, no avergüenzan,
no restan, no niegan.
¿Cómo vas?

Y hazte en el silencio, tu silencio.
¿Lo concibes? ¿Lo conoces? ¿Lo disfrutas?
Y es cuando rozas el vacío,
eso que no se llena más,
que solo lo habita la Nada.
Es cuando te vas y no hay nada,
no hay respiro, no hay contacto, nada.

Hasta que vuelves a respirar, preciándote de ti,
con humildad, pero con fuerza, con aliento,
con ganas de ser en ti, de ser eso,
el amor que Es.
¿O qué pretendes encontrar?
¿Qué pretendes crear?

Respira con firmeza,
respira profundo, hasta volver.
Y vuelves en ti, amado y contento.
Hazte siempre en esa propuesta,
cada vez más. Respira profundo,
agradeciéndote por servirte así.

Om Namaha Shivaya