Esta vida para este encuentro

Meditación con Mataji Shaktiananda

29·11·2023

Permíteme un juego:
abrirás brevemente los ojos
y, si te atreves, mírame y yo haré lo mismo.

¿Podías imaginar cuánto anhelo contenía
de mirarte, de respirarte?
No se trata de una sutil complacencia,
ni un deseo menor,
tampoco diría que una necesidad.
Quería cumplirme un acto de amor
y te agradezco.

Así que respiremos en calma, con aliento propio
y establezcamos lo que existe:
un inquebrantable vínculo de amor incondicional.

Observa entonces tu respiro, profundízalo
y no permitas que nada te inquiete,
ni el más mínimo pensamiento,
serénalos uno a uno,
en la medida en que aparezcan,
séllalos con lo que tu amor es.
Porque estar así, es un inmenso acto de amor
y lo que más lo refuerza, es este confiar,
en lo que soy, en lo que eres, en lo que somos.

¿Qué somos?
¿Qué somos?
¿Qué somos?

Si me preguntas qué o quién eres para mí,
te diría: todo.
Y no te miento, es así.
Si te pregunto qué o quién soy para ti,
te sugiero que me consideres nada, nadie.
Y estaríamos a mano,
sería lo perfecto, sería lo que es.

Te quisiera contar cómo es que este mismo respiro
ha sido, es y será siempre el mismo,
un único respiro, inmenso, sostenido
y profundamente consciente, tanto,
que produjo el encuentro que Es.

Si supieras lo que ha significado cada encuentro,
que hayamos elegido, además, un espacio así,
que en algún instante se haya producido lo que Es
y que hubiésemos sabido todo eso que era,
que éramos, que somos y que seremos.
Y que haya sido el producto de este respiro,
de esta vida, de este tiempo, de este espacio.

Respira lo que puedas y tanto más, lo que quieras
y celebra eso, esta posibilidad,
esta oportunidad, este encuentro.

Te puedo decir más: lo esperaba.
Armamos esta vida para eso y respiro por eso.
Te conmino a no resentir, a no juzgar,
a ni siquiera reclamar,
por todo lo que nos ha ocurrido.
Nos jugamos toda esta aventura
pretendiendo tanto,
arriesgando tanto, queriendo tanto.

Y sucedieron cosas,
surgieron eventos, establecimos pautas,
comprometimos recursos, descuidamos causas.
Pero, lo más, establecimos un propósito,
firme y en conjunto y, eso nos sostiene.
Nos sostiene tanto el respiro,
este que logramos, sereno, consciente, estable.

Atiende este logro, valóralo, conmuévete,
preserva, agradécete.

Nuestro encuentro,
nuestro vital encuentro, nuestro único encuentro,
nuestro hermoso encuentro.
Respíralo, no habrá otro.
Y, por lo que sé,
no tengo más que aceptar,
que ha sido lo más grande
que esta vida me ha dado.

Respira porque hoy piense,
acaso lo único, que te amo.
Y que quise volver para obtener aún más fuerza,
más fuerza, más fuerza,
de esa que sabemos crear.

Ya sabemos lo que es estar presente,
lo que es sentir presencia,
lo que es crear presencia,
lo que es tu presencia.
Y te repito, es todo.

Jamás abandones la presencia que eres.
Nútrete siempre de la fuerza que eres.
Confía más en todo lo que eres.
Consiente siempre ser.

Respira a profundidad, atendiendo el momento, 
hazte consciente de este momento, regístralo.
Respira profundo, agradécete.


Om Namaha Shivaya