CONECTAR NUESTRAS ALMAS Y CONFIAR

Meditación con Mataji Shaktiananda

07·09·2022

Confíate a tu respiración.
A como acostumbras,
a cómo te sientes, en un momento así.
Confiando igual en tu intuición,
la que te lleva, la que te trae a un momento así.

Confía también en tu mente,
la que está pendiente de ti,
más que tú, pendiente de ella.
Si has trabajado, tu mente ha ido entrenándose,
disponiéndose y aceptando,
lo que tú has aceptado de ti.

Estableciendo una confianza, así,
¿qué crees puede ocurrir?
Más, porque has querido ya, darte muestras,
producir entregas, darte alcance.

Así que respira, manteniendo presente tu estado,
con el que cuentas hoy,
para expandir tu conciencia.
Ese gesto, esa necesidad, que urge tanto hoy,
para proyectarte más allá de todo cuanto ocurre
y puedas mantenerte en la sana calma,
en la sana condición, en la sana respuesta,
a tu Ser.

Y vas respirando bien,
sin producirte sobresaltos, ninguna inquietud
y menos, molestia.
Te instalas en esa condición, ese estado,
en el que simplemente te recreas.

Te recreas en lo que piensas, en lo que sientes,
hasta que dejes de hacerlo,
buscando proyectarte más allá,
adonde tu respiro te lleva.
Y es más que quietud,
más que bienestar, más que tú.

Es como si trascendieras espacios internos,
que existen en ti y que se vinculan,
con otros espacios, también de ti.

Y en tu estado de libertad,
eres capaz de recorrerlos todos,
así como estás, así como eres, así como quieres.

En tu respiro confías
y como él sabe, produce.
No podría hacerlo nadie más que tú.
Y no tendrías que sentir la expansión,
ni tu proyección, ni andar buscando sensaciones,
fantasías, presencias.
El respiro se ocupa de que te vayas vaciando
y que sí algo te propones, sea extasiarte.

¿En dónde crees se ubican esos estados?
Y tienes que ir reconociendo,
que están en ti, en todo eso que eres.

Sabes que vengo de tantos espacios,
más allá de cualquier geografía,
más allá de cualquier espacio creado,
más allá de quienes te acompañan
y a quienes acompañas.
Más allá, nos dimos encuentro.

Me preguntarás, ¿qué encontraste?
Y ya sé que esta vez, supones bien.
Y es que encontré
lo que igualmente, tú encontraste.
Es un encuentro mutuo, conjunto
 y ya se dio, ya fue, ya está, ya es.

Y de respirar juntos,
-que nunca será tanto ni demasiado-
encontramos, ya ni siquiera lo propio,
ya que nada propio existe.
Encontramos ese soplo que orbita aquí,
Encontramos esa fuerza que se alcanza aquí.
Encontramos esa voluntad
que nos anima a estar juntos.

Y todo fue eso, ese fuego, ese nombre,
esa resonancia, ese código,
esa verdad, esa luz, ese Todo.
Y todo está en tu respiro.
Porque te creíste, confiaste,
te diste alcance y estás presente.

¿Sabes lo que ha sido persistir en esto?
Invitarnos tan amorosamente a respirar,
conectar nuestras almas y aprender a confiar,
saber confiar, querer confiar.

Por eso, no debería pasar un día,
en que sepas y quieras confiar en tu respiro.
Más allá de lo tanto que lo necesitas para vivir.
Ya sabes, vivir como Es.

Por eso te digo,
mientras respire, será en gratitud.

Hazte cada vez más consciente,
hazte más activo,
hazte más presente
y sé en conciencia.

Respira profundo.
Respira e imagina todos nuestros respiros,
tan conscientes, tan aventureros,
tan amorosos, tan simples.
Respira e imagínate en gozo
y extiende todo eso a tu realidad,
esta que creemos vivir. Respira.

Om Namaha Shivaya