Anuncio mi vida,
anuncio mi Ser,
anuncio mi verdad.
Me anuncio.
Creo que debo, cada vez que puedo,
anunciarme lo que soy.

Cuando digo anuncio, no se trata de utilizar
ninguna parafernalia ni hacerme propaganda.
Lo que sí, es no descreer mi verdad.
Y mi verdad más cierta es que vivo.
Que vivo hoy, aquí.
Y eso me tiene, me mantiene, en un respiro
constante y consciente, en el que solo vivo,
para vivir con el que solo vivo, viviendo.

Por eso respiro con actitud,
con conciencia de vida.
Respiro.
Y debo entender, debo saber,
debo aceptar y debo disfrutar
de este acto de respirar.
Como muestra, síntoma, necesidad, gozo,
del sentimiento que produce vivir.

Cada vez que respiro,
cada vez que me hago consciente,
mi vida cambia.
En principio cambia
porque necesito cambios en mí.
Y me agradezco eso.
Tener siempre la voluntad
de propiciar, de asumir, cambios para obtener
realmente lo que busco: transformar mi Ser.

Me pregunto siempre,
¿qué tanto debo transformarme?
O lo que puede ser más cuestionador,
¿en qué momento me deformé,
para necesitar esa transformación?

Y es que en realidad, en verdad,
hemos deformado tanto,
nos hemos inclinado a lo contra natura,
hacia lo que no es.
Porque si siento, si pienso,
esto no puede ser mi naturaleza,
que me atropella tanto,
que se indigna, que se descuida,
que no me permite ser,
más bien, es este desconocer.

¿En cuánto tiempo
pude producir tal deformación?
¿Fue que no entendí?
¿Fue que no me responsabilicé?
¿Fue que no me condujehacia lo que mi naturaleza
me reclamaba, me pedía?

A veces pienso, siento,
que fueron tensiones, rastros de inconsciencia,
secuelas, falsos matices,
lo que me llevó a deformar mi percepción,
no solo de mí, sino del otro
y del mundo en general.
Abandoné lo que podía ser
mi particular manera de percibir.

¿Cuánto absorbí? ¿Cuánto mal entendí?
¿Cuánto mal actué?
Y, en consecuencia, hubo tal deformación.

Si hoy lo veo
con algo de cuestionamiento y menos juicio,
es porque algo en mí también se preparó,
para producir el cambio que necesito,
hasta alcanzar lo que mi transformación, es.

¿En qué quiero? ¿En qué debería transformarme?
En lo que sé y a veces pretendo no saber.
En lo que verdaderamente siento y a veces oculto.
En lo que sé, soy,
sin evitarme, sin negarme, sin excluirme,
de lo que internamente sé y siento es, todo esto.
Todo esto que eres, todo esto que soy, todo esto.

Y es como si hoy, no pudiera,
no quisiera seguir existiendo,
en medio, dentro y, por tanta deformación.
Quiero ya restablecer, reformular, lo que soy,
sin tanta distorsión.
Y lo alcanzo en mi respiro,
en cada respiro consciente.
 
Sé que en alguna parte de mí existe
y es esa mi naturaleza,
hermosa por principio, activa y pura.
Y que ya no existe ni siquiera en mí,
ser posible que puede desviarme,
desvirtuarme y deformarme más.

Ya no, ya no.
Por eso me preparo, me atiendo, me arriesgo,
me formulo, me ordeno,
me transformo en lo que soy,
en el Ser que Es.

Respiro profundo.
Me siento en paz,
me siento capaz,
me siento en verdad.

Om Namaha Shivaya