¿Estás respirando?
Es que a veces parecieras que no lo sientes,
que todo ese mecanicismo lo has adoptado
como una necesidad tan superficial,
siendo tan vital.
Y es así que tienes que hacerte
absolutamente consciente de todo este acto
tan voluntario de respirar conscientemente,
sin esfuerzo, sin ningún esquema,
simplemente cumpliendo el sagrado acto
de hacerte en tu respiro cada vez más consciente.
Tomar y tener presencia en ti
y abstraerte, saber permanecer ahí,
desde todas tus instancias
y a la vez desde ninguna.
No se trata de dormir, soñar, ensoñar,
al contrario, es establecerte en una vigilia
tan consciente, tan despierto, y lo estás.
Date cuenta cómo has sabido permanecer
en esta forma, en esta actitud,
queriendo establecer algo que intuyes bien.
Y esta vez, está siendo instruído tu Ser,
para que sepas y puedas contener
la más valiosa información
que te has tenido que otorgar,
cuando de algo como el Señor Shiva se trata.
Si no reconoces eso, te puedes desconectar.
No sin antes disculparme,
pero es que no es que no puedo
obviar donde me encuentro
y lo que me impulsa a decirte eso.
Pero es el sonido de esta tierra,
es su realidad y su verdad mayor.
Existe algo que se descifra como el Señor Shiva,
y no es más que una energía,
tan envolvente como liberadora,
y es lo que hoy respiro.
Sabes qué procuro no inmiscuirte demasiado
en lo que mío es, más bien hago un juego,
para que no sepamos
que nos puede acercar o alejar,
pero es que esta atención
no puede disminuirse ni menospreciarse.
Ahora mismo,
cuando existe como una preparación
que expide tanta fuerza,
y uno se pregunta, ¿qué es? ¿De dónde viene?
Estoy respirando en Varanasi,
la ciudad del Señor Shiva.
Dirás, ¿por qué me dices esto en medio
de una supuesta meditación?
Porque Shiva es todo lo meditativo que existe.
Me dirás, Shakti, ¿qué me hablas?
¿Acaso me adoctrinas?
¿Me estás llevando a lo que crees?
Y por eso, te pido disculpas.
No se trata de eso,
pero se me hace indispensable,
necesario, impostergable,
hacerme en ese manifiesto que aquí es tan latente.
Es como un pulso que viene de tu interno,
es una fuerza que sientes en todo momento,
en todo lo que ves, aunque nada creas ni sepas.
Y es que tampoco de nada vale,
pero cuando ves tal espectáculo
de gente en vida con tal firmeza,
abocarse a un espacio que pareciera ser
tan inhóspito, tan de mentira.
Y lo que existe, más allá de lo que ves,
es una instancia del Ser,
tan desconocida como potente y real.
Mi estado hoy, hasta de asombro,
es porque ¿cómo y cuándo se decidió vivir así?,
aparentemente tan desprovisto,
apelando solo a lo esencial.
¿Cuándo se estableció tal comunión,
en lo que parece una urbe,
una relación tan profunda con lo natural?
¿Cuándo se llegó a eso?
Y se le dio tanta vida, fuerza y poder a un río,
que, en sí mismo conjugaba todo eso y más.
Y está ahí, a pasos,
con una corriente tan inquietante.
Estoy aquí, tal y como tú lo estás,
respirando así, escuchando esto,
que bien podría ser un desvarío, hasta locura.
Y si no fuera por lo que sintiera,
tan exacto, tan inmenso.
Y en lo primero que se hace registro,
es en la mente que se reordena,
se expande, no se resiste a ser abstraída
por esta Fuerza que conlleva tal pureza,
que solo deporta eternidad
y, que el juego lo hace aquí visible,
que no te impide ver
cómo es que el ejercicio
de vida y muerte es tan simple.
Aunque lo sientas o lo creas inesperado,
todo, la vida, la muerte misma, no lo es.
Que mucho de lo que ese respiro trae, contiene,
está dispensado en lo que te sientes hoy.
¿Qué te sientes?
Y no te cuesta saber el Ser que eres,
en la magnitud que contienes,
en la potencialidad que hasta evidencias,
y en cuanta posibilidad puedes imaginar.
¿Sabes lo que eso es?
Haz un respiro profundo primero,
asegúrate de estar consciente
y en cierta forma hasta preparado.
Eso es lo que te nombro,
la presencia omnipresente, omnipotente,
de un registro cierto y puro,
de un manifiesto divino,
que algunos han llamado dios,
y tan solo es una fuerza en tu Ser,
hecho materia, hecho esencia, hecho respiro.
Entiéndelo bien,
se dice, se lee, se oye: Shiva.
Y es el que Es.
Dentro de un sistema tan perfecto,
que si quieres crees, es fe.
Y apenas algo se dice con eso.
Pero es tanto más,
es la sustancia cósmica de la que estás hecho,
y que es tu respiro quien activa eso,
y que eres tú quien se abre a la posibilidad
de ser Eso.
No podría hablarte ni guiarte
si no lo menciono aquí,
sabiendo lo que es, sintiendo lo que es
y haciendo lo que hago,
que no es más que recibir de esa fuerza
su luz, su amor y lo más importante,
su bendición en aceptación de lo que soy,
así como lo hace, de cada ser.
Entonces aquí, ¿sabes lo que ocurre?
Respiro a Shiva, percibo a Shiva, veo a Shiva.
Porque lo es todo, lo es todo, lo es todo,
y no solamente aquí.
Aquí existe como referente de lo que se cree
religión es, cultura es, tradición es.
Y es eso, pero es más.
Aquí, es el mismísimo aliento,
el que me permite hoy la vida que Es,
la que tan humildemente celebro
en su increíble bendición,
habiéndome aceptado como soy,
y ya eso lo es todo.
Hoy por aquí, se respira solo eso,
como siempre, aunque lo sepas o no,
aunque lo comprendas o no,
incluso eso, aunque lo aceptes o no.
Y es que solo respondo a un registro,
tan antiguo, como la verdad que fue, lo es.
Dirás, ¿y ahora qué?
También lo es para los que recuerdan
y ahí me cuento, no sé si tú.
Por eso vuelvo a pedirte disculpas,
pero es que no podría no ser hoy eso,
percibir eso y no comunicártelo.
Existen zonas de este planeta, de este sistema,
que son así, el registro mismo del Ser,
la Fuente misma que Es,
aunque no todos sepan ni quieran creer.
No es cuestión de creer por creer,
es por lo que es.
Y en esta tierra, Quien Es,
lleva ese nombre: Shiva.
Respiro en eso, vivo en eso y moriré en eso,
además porque sé que ni siquiera es morir.
Ya no sé lo que eso es,
esta tierra me lo ha dicho:
no se muere jamás.
Te saludo, te reverencio,
me permito esto que Es,
desde la ciudad eterna.
Y hoy, particularmente te confieso
que lo único que escucho
con tan profundo amor,
es un regalo, algo para mí.
Y ya no es ni será un susurro,
como a veces pienso debo tomar eso.
Es una dulce y humilde proclama
de mi logro en luz.
Esa Fuerza dice: Gloria a la Shakti.
Amado Señor Shiva,
rendida a tu Ser, por todo lo que resta
de la eternidad que Es.
Om Namaha Shivaya