Un juego en el que siempre ganas

Meditación con Mataji Shaktiananda

03·07·2024

Concéntrate en la respiración,
ocúpate de eso, en este momento, de nada más.
Recuerda cómo se crean los momentos
y procura que este momento sea tan propio,
tan íntimo, tan verdad.

El momento lo hace tu acción,
en el juego que hace, con lo que el tiempo es.
Más, si te estableces en conciencia
y haces que todo momento,
sea tu acción más consciente.
Que toda acción, sea consciente del momento,
y que tu forma de ser consciente,
haga de cada momento, tu mejor acción.

Así que respira a toda voluntad,
a todo propósito,
hermosamente consciente,
disfrutando tu momento,
en el que todo pareciera detenerse, no siendo así.

Hagamos un juego,
vamos a marcar, a hacer registro consciente
de este momento.
Que se establezca, que se retenga,
que te impregne, que te sepa.
Y respirando a toda quietud, nómbrate,
no te afanes demasiado en la fecha,
despliégate en lo que creas el tiempo es.

Y dirás, ¿para qué?
Y no es ni siquiera para que recuerdes,
es para que el Ser te sienta.
El Ser ama jugar en luz.
Así que condiciónate, mantén firmeza,
respiro consciente y resplandece,
si es que has actuado en fuerza de luz.

Y aprecia tu quietud, aprecia el momento,
ten presente el juego,
y percibe cómo tu mente acepta.
Hazle saber que quieres, te complaces,
que está despierta, abierta.
Y tu mente juega a ésto,
que se acoja y se acople a estas condiciones,
igualmente tan libres.

El respiro establece el juego.
Y tu cuerpo tan activo, tan amado, tan útil,
y que juegue bien, que lo sientas estable,
respira para eso.
Que te permita alcanzar otra sensibilidad,
que te dispongas en tu otro cuerpo,
desde el que, igualmente, respiras consciente,
y es tan sutil.

Y así vas haciendo consciente
todo tu sistema, para éste momento.
Es un juego tan silencioso, tan perfecto.

Es que estás jugando a ser,
dime ¿a qué más se puede jugar
tan conscientemente?
¿Qué otro juego existe para sentirte,
para explorarte, para entregarte así?
Y en oferta hay tantos, y no solo desde ti.
Existe quien puede llevarte a juegos falsos,
y por gusto, caes.

Así que mantente, respira confiando en ti,
en lo preciso que sientes tu Ser,
en la certeza que guardas,
de querer y saber jugar, tan solo en Luz.

Y respiras, que casi es la mejor parte del juego,
porque cada respiro te indica
lo vivo que estás, y eso es inmenso.

Juega con tu silencio
y haz que tu silencio juegue contigo.
Que te muestre las sonoridades de tu Ser,
el justo tono del silencio perfecto,
la bondad del espacio, en el que habita todo de ti,
dentro del juego más grandioso,
más exacto, más amoroso.

Y respiras percibiendo qué te propone el juego
y qué propones tú.
Y si acaso comprendes la magnitud
de esta ofrenda.
¿Qué o quién te la proporciona?
Y si consideras ser buen participante o no.
¿Cómo te estableces hoy en el juego que Es?
Y si traes algún record, a favor o en contra.

Y si estás sabiendo jugar en verdad.
Si conoces las reglas,
si comprendes la Ley,
si contienes ética,
si se asoma algún vicio de conciencia,
y te lleva a hacer trampa.

Respira, porque todo tendría que llevarte
a lo que la luz es.
¿Y si no?
¿Si no distingues, no discrimas,
no eliges, lo que la luz es?
Entonces empiezas tu juego oculto.
Porque aunque no lo creas,
es lo que más ocurre, más en aquellos
que se hacen los que no saben jugar
y desconocen, y se envician.
¿Si sabes, no?,
que la mayoría de los juegos envician.

Por eso es que tienes que saber elegir tus juegos.
Si me preguntas, juega a ser,
más, juega a amar como Es.
Juega a asistirte desde la verdad,
juega al compromiso propio,
juega a ser el Ser.

Y ahí tendrías -jamás a un contrincante-,
a la más perfecta compañía,
a la más elevada fuerza de logro,
a quien te dejará ganar y ganar y ganar siempre.
¿Dime si eso no es amor?

Así que siempre establécete en un propósito,
comprendiendo lo que ganar es,
te ganas a ti, ganas al Ser, ganas amor.

Respira profundamente,
sabiendo que lo más seguro,
es que este momento
lo jugaste bien y ganaste.

A mí, me ganaste.
Te amo.

Om Namaha Shivaya