Soy el Universo todo

Meditación con Mataji Shaktiananda

24·04·2024

Observa cómo estás, percíbete, ¿cómo te sientes?,
si los pranayamas te han ayudado
a ganar cierta calma.
Observa tu respiración
 y haz que cada respiro sea consciente,
bien consciente.

Que cada respiro te pronuncie cómo estás.
Y si algo desentona, respira más.
sin acelerarte, sin registrar pesadez,
al contrario,
consigue un ritmo entusiasta,
que te de aún más vida.

No atiendas pensamientos.
 ni los evites ni los reprimas,
hazlos sentir tu respiro,
que tus pensamientos sientan tu respiro.
Y que, entonces, 
tu sentir sepa de esos pensamientos,
tan nobles, tan íntimos,
tan elaborados para ti, para este momento.  

Y es que así le ganas a tu mente,
le permites sentirte, que sepa lo que quieres,
que entienda quién eres,
que se arriesgue a conocerte,
que respete todo lo que eres, lo que aspiras.

Y, pese al sonido,
vas ganando igualmente silencio,
integras tu silencio al sonido,
 y observas tu respiro,
 que se ha ido acoplando a todo lo que emites
desde todo lo que eres.

Y es un acomodo en ti, un bien habitarte,
 poder sostener lo que contienes, 
y que no te intrigues
ni te muestres en inquietud
y menos en alteración.
Estás creando un espacio
y estás siendo ese espacio.

 
Y sabes mantenerte ahí,
tan consciente, en tal disposición,
confiando tanto, saber ya lo que sabes,
 estando aquí entre tanto, entre tantos.
Y que hagas esto.
Si no es amor, ¿qué es? Si no es quererte, ¿qué es?

¿Cuánto más vas a exigirte?
¿No ves lo que pasa?
¿Vas a seguir resintiendo donde estás?
 ¿Vas a incomodarte más?
¿Incluso a atropellarte?
¿Por qué?
¿Sabes cuánto has respondido para estar aquí?
¿Has evaluado tu condición?
¿Te aprecias? ¿Te valoras?
¿Vas a quebrarte ahora, después de tanto?
¿Cuántos caminos? ¿Cuántos alcances?
¿Cuánta vida?
Y respiras.

Y el respiro te atiende, ¿no lo notas?
¿Crees que es poco logro?
 ¿Igual qué crees es saber contenerse así?
Hacer estas pausas,
cuando todo afuera está alterado, ruidoso.
Tantos distractores,
tanto esfuerzo para descentrarte,
para que finjas, para que desees,
para que mientas,
y que algo más te ocupe, que no seas tú.
Y que respirando así, nada pasa.
Con todo lo que está pasando, nada pasa.

Saberse establecerse así en el estado propio,
 en el espacio único, ¿qué crees?
Sin esperar nada y a la vez
pasándote todo, todo lo que Es,
en plena trayectoria por tu Ser,
por todo lo que te habita,
 por todo lo que sientes y eres,
por todo lo que existe en ti.
 Imagínate.

Y se cruzan universos
y los universos te cruzan.
Y tú en impávida actitud,
escuchando tu silencio que dice: Soy Eso.
 Maravillosamente, Soy Eso.
¿No te provoca creértelo?
¿O vale más seguir fingiendo que eres un ser ahí,
restado, renuente, resistido, renegando de ti?
Respira más.

Repetirás en silencio:

Soy lo que soy.
Soy lo que Es.
Soy lo que existe.
Soy el Universo todo.
Y lo que vive hoy, es tan solo mi recuerdo,
de lo que siempre fui.
Amo lo eterno porque es lo que Es.
Me confío en verdad.

Y respiro más,
cuando quiero ser en vida
 y cuando quiero que la vida sea en mí.
Amado Ser:
hay que vivir, hay que manifestarse.
Hay que hacer y ser el bien.
Hay que registrarse en luz y obrar en amor.
Si no es así, ¿qué?

Así que no detengas tu respiro,
hasta que eso puedas lograr
para así despedirte de aquí, desistir de esto,
que no te atrape más, que te liberes.

Ve recobrando más respiros,
ve acercándote de nuevo,
ve reconociéndote en ese amor,
en este acto de amor,
 con el que empezaste a estar aquí,
en este, tu momento.

Respira y no te olvides agradecer.
Tampoco te olvides de valorarte más,
de apreciar lo que haces y de confiar.
Respira profundo.
Respira atendiendo el momento.
Respira.

Om Namaha Shivaya