Lo que me ha creado, me asiste

Meditación con Mataji Shaktiananda

10·08·2022

El respiro sutil, íntimo, armonioso,
que te vaya estabilizando,
haciendo, logrando,
que te sientas bien, ahí, contigo.

Haz que tu respiro te trate bien,
así como deberías tratar bien a tu respiro.
Dirás, ¿cómo?
aquietando tu mente,
que no le provoque más, que estar así,
que no piense nada más, que estar así,
que no quiera nada más, que estar así.
Que sepa y sienta
que meditar es un logro, su logro.
Así que respira en calma, sin forzar nada.

Asegúrate de no guardar tensión,
ninguna tensión física, relaja el rostro.
Que cada respiro te expanda,
hacia adentro y hacia afuera.
Que sepas y sientas,
como revitalizas todos tus órganos,
con cada respiro consciente.
Si algo te aqueja, respira.

Hazte consciente
del sublime aliento que te da vida,
del soplo divino de la existencia toda,
y que existe una Conciencia
más que inteligente, precisa,
que crea y construye y, de ahí eres.

Si mucho temes,
deberías tener presente siempre esa premisa:
lo que me ha creado,
lo que me ha hecho, me asiste.
Y deberías agregar más:
quiero que sea en luz
quiero que sea en luz
quiero que sea en luz.
Conciencia, hazme en tu luz.

Y respiras breve.
Y respiras bien.
Y respiras porque vives.
Y respiras porque existes.
Y respiras en conciencia.
Llenas y vacías, en quietud.

Tienes que ganar quietud,
quietud de pensamiento,
quietud en tus gestos,
quietud en tu respiro,
hasta que te dejes de sentir
y quede tu proyección,
mientras que lo otro se vacía de ti.
Es cuando permites
que te llene la Conciencia, Aquello.

Y ni siquiera respiras.
Sostente.

Es porque ocurre un momento
en que, lo que te habita, basta.
Prueba.
Es cuando vas alcanzando tu propio recorrido
y ya no existes, ya no estás ahí,
estás más allá de ti.
Y, desde aquí, ya no importaría dónde,
cualquier lugar fuera de aquí, sería un reino.

¿Sabrás bien? ¿Tendrás en cuenta? ¿Considerarás?
Que, en estos momentos,
resplandeces, reactivas, reproduces,
conduces la luz que Es, la luz que eres,
la luz que tu conciencia es.
Y queda en el éter, se funde ahí,
en la Conciencia misma.

Dirás, ¿en qué redunda?
¿Cuál es el beneficio?
¿En qué consiste?
En lo necesario que es para ti,
para todo, para todos.

¿Cuán necesario es hoy?
Y te escandalizarías.
Por eso, atiende tus razones para querer esto.
Así como atiende esas otras razones,
tan humanas, tan comunes, hasta tan ajenas.

Desde tu respiro propio, sé Conciencia, sé luz,
en cada acto, en cada respuesta,
en cada razón, en cada acción.
Desoye a quien te niega,
a quien se burla, a quien te desconoce.
Avanza, no te rindas, respira siempre.

Ubica en el pecho tu respiro
y reafírmate tu amor.
Solo eso.

Om Namaha Shivaya