Que todo y todos, sean en ti

Meditación con Mataji Shaktiananda

30·03·2022

Concéntrate en la respiración,
buscando optimizar tu forma de respirar.
No aceptes agitación.
Que ningún pensamiento intervenga allí.
Solemos pensar en alguien,
en alguna cosa y se acelera.
Por eso debes concentrarte y, si en algo piensas,
que sea en tu respiro.

Voy a respirar.
Voy a sentir profundamente mi respiro.
Voy a respirar bien.
Respirar así me alivia.
En cada respiro, soy.

Soy quien se encuentra aquí, conmigo.
Soy quien respira bien, para mí.
Soy quien disfruta cada respiro.
Respirar así, me alienta a Ser.

Me observo, me visualizo.
Eso me tranquiliza.
Lo que observo,
poco a poco deja de ocuparme y,
me sumerjo en esa tranquilidad
que voy adquiriendo y que produce mi respiro.
Mi hermoso y amado respiro.

Es como si el respiro mismo, me va conteniendo.
Es porque sé, porque siento,
porque percibo, lo que me respira.
Aunque no lo crea,
algo me dice que este es mi estado natural.
Es esto lo que soy, un Ser en quietud,
en respiro, en encuentro.

No guardo defensas, acepto mi quietud,
Así como no respondo a ninguna inquietud,
ni física, ni emocional, ni mental.
Sé que mi respiro, me libera de todo eso.
Más que un sentir, es el alcance
de una plenitud, mí plenitud.
Así que respiro en total y absoluta plenitud.

Y, aunque siento,
sobre todo esa presión-opresión,
en mi pecho mismo, me libero.
Libero lo que Es, que no es más,
que la sutileza de mi amor propio,
que me estremece, me hace sonreír,
me hace establecer
vínculos exactos con lo invisible.

Me pregunto:
¿acaso sé los vínculos que sostengo?
¿Con qué o con quién sería?
Y habría tanto…

En principio,
es con toda esa elementalidad que existe
y que, igualmente contienes.
Respira en esos vínculos.
Luego, deberías escoger,
qué te provoca atender,
desde lo que sabes eres
y, desde lo que sabes, Es.
Y existe tanto…

Si te es posible,
trasciende lo que te rodea.

Te preguntarás, igual:
¿qué me rodea?
Tú sabrás qué has armado, qué necesitas,
a quiénes, además.

Permanece ahí, sin retención,
que sea cada respiración, la que te libere.

Y dirás más:
Existe a quienes tengo presente.
Algunos están y, otros no.
Respira.
Porque el vínculo existe,
lo alimenta tu respiro.
Y, tu respiro es aliento.
Y, tu aliento es amor.

Y están.
Todos y Todo, están en ti.
¿O no lo sientes?

Por eso, trasciende,
bien sea recuerdos, pronunciamientos,
encuentros, desencuentros, apegos.

Sigue respirando, permite que todo pase.
Deja que todos pasen y, libera.
Bendita liviandad,
hasta que quede, ese tu vínculo, con tu Ser.
Mientras más lo cultives, lo depures,
lo sostengas, más posible es.
Que Todo y todos, sean en ti.

Tantos desafíos, tantas tensiones,
tanta imprudencia, tanto desamor.
Que nada de eso,
encuentre vínculo en ti.

Maneja tu quietud, refuerza tu vínculo,
ese que produce tu respiro
y, que es en ti y que eres tú,
¿siendo quién? Tu Ser.

Soy mi amado Ser.
Soy mi amado Ser.
Soy mi amado Ser.

Ni siquiera el respiro existe.
Es total quietud.
Tu absoluto Ser, tu encuentro último.
Belleza.
¿Cómo no amarte?
¿Cómo no amar?

Amado Ser, ama al Ser.

Respira profundo,
atendiendo nuevamente
hasta ese suspiro o ese resoplar,
para que te hagas y estés presente aquí, ahora,
aceptando tu tiempo, tu presente.

Respira profundo, agradeciéndote
y preparándote para seguir,
desde todo lo que tu encuentro es,
desde la fuerza de tu quietud
y, desde la bondad, que tu amor es.


Om Namaha Shivaya