Planeta en Luz y oscuridad

Meditación con Mataji Shaktiananda

16·02·2022

Mantén tu respiración profunda y serena.
Establécete un ritmo consciente, constante,
que te haga sentir bien
y, con el que vayas percibiendo tu estado,
forjando esa estabilidad, esa quietud,
ese estado de calma,
que solo tú puedes producirlo.

Haz registro de lo que te ocurre,
sin pensar demasiado.
Si algo se produce, que sea gratitud,
hacia ti, contigo,
porque guardas una bondad
y sostienes un despertar,
por el que nunca más
vas a querer permanecer dormido.
Aunque sientas fatiga,
cansancio, somnolencia, respira.

Profundiza tus respiros
como si quisieras establecer plenitud,
sabiendo bien lo que abarca tu respiro,
de lo que es capaz,
de todo lo que te hace producir y sentir.
Demarca bien,
no es momento de reclamo, de angustia.
Respira.

Marca la fecha, registra el tiempo,
el que nunca existe.
Regula tu aliento y respira breve, que ni lo notes.
Anúnciate en silencio,
como si susurraras tu nominativo y, aguarda.

Es que, en cada instante, tendrías que estar listo,
para que, de cada uno de tus conductos,
hagas el contacto con aquello que eres,
con aquello que contienes, con aquello que vive, late, pulsa.
Y, con todo aquello que existe y está en ti.

El presentirlo, el percibirlo, el registrarlo,
debería ser más que rutina y hacerlo Ley de amor,
en rigor, en compromiso,
en atención, en complacencia.
Y respiras breve.
Marco, esencia,
aquella que desprende vibración, reflexión.
Respiro breve.

Planeta en Gracia y en desgracia.
Planeta en Luz y oscuro.
Planeta en formas, deformado.
Respiro breve

De mi existencia, marco esta vida y la ajusto
y la percibo, extraordinaria.
Nunca antes desperté así.
Y me abro a más.
Y me pliego a más.
Y me elevo a más.

Mi Ser consciente, respira.
Mi Ser consciente, vibra.
Mi Ser consciente, ama.

Nodos de Luz, resplandecen para mí.
Por eso, afino mi contacto propio,
en serenidad, en logro

Me contemplo en el vacío,
sin sentir nada, sin esperar nada, sin pedir nada.
El silencio me contempla pronunciando mi Ser,
que dice, nada.

Me contemplo en el Ser,
en el que me habita, en el que respiro
y, el que me respira, hasta que ni eso exista.
Sostengo el aliento sin respiro.

Sé que elevo mi proyección y alcanzo el Ser, en mí.
Agradezco y respiro profundo.
Respiro más profundo
hasta encontrarme nuevamente aquí,
en este mi divino cuerpo, mi único presente.

Así, aquí, todo es tan divino,
todos somos tan divinos.

Acepto el retorno, acepto el entorno,
acepto todo.

Agradezco.

Om Namaha Shivaya