Nos están llevando a espacios impropios

Meditación con Mataji Shaktiananda

28·07·2021

Concéntrate, en principio, en la respiración.
Hazla conscientemente, sabiendo perfectamente
lo que debería producirte cada respiro.
Obsérvate bien, para que determines tu posición,
tu intención y tu presencia, respirando.

Considera qué haces ahí.
¿Qué estás queriendo?
¿Por qué esa disposición de serenarte, percibirte?
Sería algo tan necesario,
y, aunque no lo sepas, tan ansiado,
ese saber permanecer así, buscando tu encuentro,
conectándote contigo, en medio de todo esto,
con lo que crees también, necesitar conectarte.

¿Crees que es así?
Por lo que, más bien,
permítete desconectarte un poco.
Respira.

Percibe la bondad de tus párpados.
El hermoso trabajo que hacen
y, como es que puedes estar ahí, tan en ti,
apagando un poco todo,
menos lo que sabes te habita.
Así que respira con serenidad
y, que cada respiración
te lleve a profundidad, a silencio,
a reposo, a constante, a tu sutileza
y, solo a percibir tu conexión.

Lo primero, sí, los pensamientos,
que insisten en permanecer ahí,
en la divina amplitud de tu excelsa mente.
Respira para que, igualmente, se conecten
y, aprendan y necesiten estar ahí,
donde tú estás,
que bien podría ser, en ninguna parte.

Respira percibiéndote.
No entres en requerimientos ni en afán ninguno.
No te exijas ni te pidas nada ¿qué sería?
¿Acaso no te cansas?
Es que estás como en un reposo activo,
experimentando tu conciencia.
Y, te abres y respiras.

¡Cuánto espacio!
Y es que cada respiro te abre a más.
Dirás, ante tal amplitud,
¿con qué o con quién, debería conectar?
Porque, en principio,
lo que podrías creer o sentir, ¿existe?
Primero transita por lo que tu mente es.
Ella cree advertirlo todo, conocerlo todo, manejarlo todo.

Y, sin quitarle razón, respira.
Solo si ella se abre, puedes obtener
la posibilidad de la conexión que es.
Así que sigue respirando, constante, serenamente,
en quietud, en perfecta quietud.

Solo en quietud alcanzas.
En quietud te formas.
En quietud de sentimientos,
en quietud de pensamientos.
En la sutil quietud de tus respiros,
imperceptibles, mínimos,
conteniéndote, en ese espacio que eres
y, en el que crees estar.

Respira breve, cuerpo aquietado,
mente aquietada, espacio.
Mantente así, es necesario que puedas alcanzar,
tu principio interno de quietud,
de estancia sublime, sutil.

¿No te cansas?
Nos están llevando a espacios ajenos,
impropios, contaminados.
Nos quieren allá, más que aquí,
en donde realmente habitas,
que no es más que en ti.

Tienes que tratar de estar más en ti,
confiando, reconociéndote.
¿Dónde más estaría, esta tu serenidad?
Y es, en tu conexión contigo, abierta, segura,
espacial, infinita, amorosa, consciente.

Respira a profundidad, respira libre,
atendiendo tu quietud y lo que te produce.
Respira ahora, para volver a estar, a sentirte,
a pensar sintiendo y, a sentir pensando
en ti, en todo y también, en nada.

Permanece consciente,
agradeciéndote y restableciéndote
en tu aquí, ahora, hoy.
Respira profundo,
manifestándote como crees puedas,
tu infinito amor.
Nada más.

Om Namaha Shivaya