En este momento tu Ser es Infinito

Meditación con Mataji Shaktiananda

03·02·2021

Mantente respirando conscientemente,
es decir, sabiendo que respiras.
Tantéate internamente:
¿Qué tanto te provoca respirar?
¿Qué tanto te complace?
¿Qué te hace sentir cada respiro?
Si consideras que respiras convenientemente,
es decir, sabiendo lo que te produce.

Puedes utilizar cada respiro para confortarte,
para obtener aún más serenidad.
Y, si es que no cuentas con suficiente serenidad, búscala, prodúcela.
Dirás, ¿es acaso lo que me conviene?
Casi que es lo que más te conviene.
Respirar serenamente, conscientemente, expandiéndote internamente.

Porque se transforma, se traduce, proporcionalmente en un campo,
en un campo propio, en el que te encuentras,
en el que habitas, con todo tu sistema,
en todas tus formas, con todo lo que emites,
emanas, dispensas, ofrendas.

Y te mantienes ahí, en tu propio campo,
sujetando tus tensiones, que se van liberando
en la medida en que respiras conscientemente.
Más cuando intencionas cada respiro
y lo conviertes en eso,
tu forma estable, tu naturaleza quieta, serena.
Y, desde ese campo, te controlas,
te sostienes, te abres a ti.

Respira sabiendo que te conduces bien
y que desde ti te ofrendas desde todo lo que eres.
Que en cada respiro refuerzas, reformulas,
restableces todo circuito activo o inactivo
y que lo vas alimentando
con todo esto que produces
tan conscientemente para sentirte,
para conocerte, para indagar,
para aceptar, para sanarte.

Te respiras a plenitud y a consciencia
del momento presente y resplandeces,
sin el más mínimo asomo de temor interno, conocido o desconocido.
En este momento, en este instante,
existe tu Ser impoluto, vasto, infinito,
aún más consciente.
Y lo respiras y lo respiras y lo respiras.

Ser ¿qué es esto? ¿Dónde supongo que estoy?
¿Qué es lo que me detiene?
¿Ante quienes debo arriesgarme?
¿En quién debo confiar?

Ser, toda esta distorsión, ¿me corresponde?
¿Debería ser igualmente consciente
de lo que genera, atropella, desafía,
todo lo que Es, todo lo que soy?

Ser, ¿a qué me debo? ¿A quién me debo?
¿Por qué me debo?
Respira.

Y es todo tan simple, porque eres, eres, eres.
Sin pensamiento alguno, sin ninguna sensación
-y, si eres capaz, quizá-,
hazte el instante, un sentimiento: tu Ser.
Tu Ser amándote por sentirse amado,
por el Ser que Es.

Respira breve, sin exaltación,
más bien en un vacío,
el que te contiene a su plenitud y en tu plenitud.
Eso es el Ser, tu Ser.
Belleza, Maravilla, Infinitud, Esplendor.

Y te extasías ahí, sin campo existente,
hasta que vuelves a sentirte, quizá en gozo,
sin tanto drama, sin miedo
y hasta con algún sentimiento desconocido,
nuevo, propio.

Respira profundamente, habitando,
captando poco a poco lo que te rodea,
lo que también habita y hasta lo que es parte de ti.
Existe tanto.

Respira y registra todo ese sentir,
aprécialo y, si puedes, sostenlo para ti, por ti.
Respira profundamente, agradeciéndote.

Om Namaha Shivaya