Haz que cada respiración, acaricie tu interno. Que todo sea un sutil fluir de ese elemento vital y que transite por toda tu energía. Y así, haz que te sientas bien, más que bien, haciendo un acto voluntario y más que sabio, de permanecer en ti, en un estadio poco usual, por todas esas dinámicas tan constantes a las que jugamos, haciendo que vivimos.
Respira pues, haciendo que vives. Respira a profundidad, a toda tu profundidad. Hazlo con profundidad y serenidad, sintiendo apenas y expandiéndote, desde lo que internamente concibes. Y haz que sea lo que eres. Haz que lo que respires. sea lo que eres. Y más te vale saberlo.
Por lo pronto, ¿qué sabrías? Eres un Ser, tremendamente maravilloso en lo que sería toda tu configuración, todo este sistema. Haz que tu respiro te haga ser un Ser presente, presencialmente presente.
Y ahí te ubicas respirando. Ubícate respirando en tu espacio propio, haciéndote presente en ese espacio, con tu respiro. Es lo que te hace más presente. Concíbete ahí, permitiendo que cada respiro te expanda, desde este espacio hasta cualquier confín, desde donde ti, das alcance, apenas desde ahí, desde lo que tu respiro es.
Tu respiro es tanto. Tu respiro es todo. Eres tanto tu respiro. Es lo que te permite estar y ser y más…más…más.
Cuando logras apaciguarte, apaciguando tu respiro, casi deteniéndolo y valiéndote de lo que contienes, habiendo hecho ya, toda emulsión, toda alquimia para sostenerte en lo que tu aliento es. Esa es tu presencia. Sé tu presencia.
Respira tenue.
Por ahí hablan, de portales y fuerzas. Conoce tu propio portal. Asume tu fuerza. ¿Crees que sabrías cruzarte, atravesarte, despejarte, salir de ti? Y a la vez, estando ahí, en ese espacio.
¿Cuánta travesía guardas aún en tu interno? ¿De cuánta fluidez dispones para permitirte cruzar y a la vez, ser cruzado? ¿De qué? Dirás. De lo que existe, solo energía. Dirás, ¿qué es? ¿Cómo es mi energía? ¿De dónde viene? ¿Hacia dónde va? ¿Qué lleva, qué trae? ¿Qué arrastra, qué despide?
Respira porque estás respirando, lo que tu energía es.
Seguirás, ¿de qué es capaz mi energía? De todo. De todo. Por eso, cuando se dice que existen fuerzas en medio de estas formas, visibles o no, disponte. Disponte profundamente, abiertamente, a Ser en ti. No hay adónde ir, solo ahí, donde estás y eres.
Respira.
Seguirás, ¿para qué y por qué debo disponerme, debo permitirme estos entrecruces, en medio de lo que la energía es? Te pregunto entonces, ¿te parece que no nos hace falta? ¿Crees que no son recursos? Estamos en tiempos en los que toda Gracia, desde lo que el Infinito es, no nos corresponde.
Respira abriéndote, tan solo a lo que tu energía es, a lo que te corresponde, a lo que realmente eres y a lo mejor, ni siquiera sabes. O lo que podría ser más grave, ni siquiera sabes qué quieres o ni siquiera quieres saber.
Respira. Porque ya existe una fórmula dada, desde el Principio, desde la Fuente, desde la Constante, desde lo que Es. Así que respira proveyéndote conscientemente.
Dirás, ¿para qué? Para que sigas siendo lo que eres, un ser extraordinario, un manifiesto visible de la energía, de la luz, de las formas creadas, de los sistemas posibles. Respira permaneciendo en tu umbral, tu infinito umbral. Y vuelve a sentir como cada respiro te recorre y te acaricia y atiende eso, porque eso eres. Pura energía en la forma y más.
Respira profundo, acercándote a tu forma presente, conviniendo estar, estar cada vez mejor, aceptar el presente, aceptarte. Respira. Agradécete. Respira más profundo y agradécete.
Om Namaha Shivaya.