¿Este es tu mundo favorito?

Meditación con Mataji Shaktiananda

07·10·2020

En principio, ten presente tu espacio, como te alberga, te acoge, para tu estancia, para tu presencia. Haz que se despeje. Pide que se despejen energías discordantes y hazte presente, sintiéndote, visualizándote en esa actitud, en esa postura en la que tan fervientemente quieres estar para conectarte.

Continúa haciendo un sutil reconocimiento interno,
que no se imponga tu ánimo o
tu desánimo, más bien una neutralidad. Ayúdate con la respiración.
Ve alcanzando cada vez más serenidad, ubicación propia y que aflore tu más sincera intención: estar bien en ti, contigo, aceptándote.

Respira libremente, sin sostener temor alguno. Ni siquiera si lo haces bien o mal, no existe eso. Sigue observando tu respirar, qué tan profundo. Evita la ansiedad, alguna incomodidad, molestia, inquietud. Respira disolviendo.

Es casi como inevitable,
pensar, sentir el mundo, nuestro mundo. Y tanto como lo sientes,
haz que te sienta,
haz que te sienta a ti,
en este tu valiente logro,
de buscar estabilizarte, concentrarte, sentirte a ti.

Verás cómo te vas aquietando hasta hacerte imperceptible.
Es la mejor manera de hacerse sentir: imperceptiblemente.
Así como regulas tu respiro,
sutil, buscando la brevedad del instante, dentro de un tiempo
que no existe.
Y ahí estás, ahí eres.

No busques sentir nada ni permitas que tu pensamiento juegue a eso. Ni siquiera tienes que saber que estás. Si algo sientes, ignóralo, más bien mantente.

Lo creas o no, todo cuanto emites,
es tan poderoso.
Por lo que, lo importante es querer emitir lo que eres, a voluntad,
a fuerza propia,
coincidiendo con esa constante
que todo es.

Respira en gozo. No permitas ataque y menos, interno. Serénate, sin atropello ni reclamo, ni angustia ni exigencia. Mantente. ¿Cómo te has visto en todos estos días? ¿De qué has padecido? ¿Crees que sumas o restas a la Conciencia? ¿Qué tensiones alimentas?Respira.

¿Crees que este sea nuestro
mundo favorito?
Y es que, en cierta forma,
tendría que serlo.
Aunque todo lo que ocurra,
te escandalice, te entristezca,
te sorprenda.

Respira.

¿Cómo explicas tu presencia aquí?
¿A qué la atribuyes?
¿Qué querías o pretendías hacer?
¿Con quién?
¿Cómo diste aquí?

Y adjudica cierta valía a tu presencia hoy aquí.

Ciertamente será
nuestro planeta favorito.
Y tendrías que confesártelo,
con mucha calma,
con mucha aceptación,
con mucho conocimiento propio,
incluso, con satisfacción.
Sí lo es.

Y, si quieres, puedes ir prescindiendo del adjetivo calificativo, solo como prueba.

Respira.

¿Cómo lo convertimos en eso?
¿Acaso por costumbre?
¿Por aferrarnos a hábitos
más que humanos?
¿Por lo que poco a poco
has ido dejando y extrañas?

¿Te imaginas que fuera por capricho ante la tozudez del ego, para demostrarte quién sabe qué o a quién?¿Se te habrá olvidado
algo aquí o alguien?
Que no sería olvido,
más bien sería un recuerdo.
¿Lo encontraste? ¿Te duele eso?
¿Puedes superarlo?

¿Quedaste en algún plan?
¿Es de luz, acaso?
¿Has avanzado?

Respira en tu planeta favorito ¿O ya no lo es? Respira entonces, en este planeta, donde estás, donde eres, donde quisiste estar y donde estás.Y hazte una promesa íntima, cualquiera que sea, que la sientas justa, amable, considerada, hacia ti, lo que sea.
Espero que hayas tomado como referencia, tu presencia, tu situación, tus anhelos y, por supuesto, tu voluntad, motor de cada promesa.
Espero también, que hayas incluido, amarte más. La mejor promesa, pero te respeto.
Respira libre.

Siente qué tan libre respiras y
proyecta eso, expándelo, extiéndelo, empezando por ti, hacia ti,
hasta que te sientas tu Ser favorito.
Ahí sí, concilia entre tú y
todo este sistema.
Respira profundamente,
hasta que vuelvas a sentir tu cuerpo,
tu presencia aquí, ahora,
tu propia gravedad.

Respira agradeciéndote y no te olvides de tu promesa.Respira.