La belleza que el bien es ¿Qué tanto sabes es el bien?

MEDITACIÓN CON MATAJI SHAKTIANANDA

Atiende tu respiración, céntrate ahí y optimiza la forma, haciendo revisión consciente. ¿Cómo inhalas? ¿Cuánto inhalas? ¿Sabes retener, mantener, para luego exhalar?
Haciendo que ese recorrido vaya impregnándote, te permita sentirte en placidez, en confianza.

Debería ser siempre grato este acto de sentirte en ti. Por eso, alivia tus pensamientos, cualquier tensión. Ni te generes ansiedad, ni te exijas ni pidas nada. Consciente sí, de tu voluntad, de establecerte en conexión con lo que eres, con quién eres. Así que respira y complácete con eso, con lo más vital, con lo único que te permite vivir. Vivir. Vivir.

Estás viviendo ¿y cómo te va? ¿Cómo es esto de vivir así? ¿Qué tanto aceptas? ¿Qué tanto reconoces? ¿Qué tanto hay?

Y verdad que no sabemos, no sabemos.Pero lejos de que eso te preocupe, trata, mucho, de comprender que todo está dispuesto.Respira serenamente.Dirás, ¿qué tanto está dispuesto para mí?¿Cómo obtengo, por lo menos la certeza, de que así es?

Respira y recuerda que existe un orden, no el que ves, ni siquiera el que apenas sientes. Ese orden, es inmenso y perfecto. Es exacto y nadie es capaz –nadie-, de advertir qué y cómo es.

Respira, porque lo que es aún más importante, es que eres parte de él, de ese orden. Hasta cuando respiras, formas parte de él.

Sabiendo eso, sabiéndote eso ¿qué crees te toca hacer?Si, como te digo, haces parte. Haces, haces, haces.Es decir, todo lo que haces, todo cuanto haces, incluso toda razón en todo lo que haces, se convierte, se transforma, en una operación que permite, que crea, configura, regula y establece, ese orden.

Dime entonces, ¿qué crees debes hacer? Y puede que se te diga: sólo el bien. Y puede que tú digas: ¿qué tanto sé, es el bien?

Respira porque nos hemos herido, nos hemos resentido tanto, nos hemos escondido, nos hemos defendido. Que, en cierta forma, no nos hemos exigido sostener esa linealidad, esa rectitud, esa belleza que el bien es.

Volverás a preguntarte, ¿cómo me exijo? Y en principio, con amor. Solamente con amor es que podrías exigirte algo. Y volverás a preguntar: ¿acaso sé, lo que el amor es? Y escucha bien: respirando.

Escucha bien: eres la forma perfecta, eres el recurso único, eres la propuesta clara y abierta, eres la fuerza de luz. Eres la parte que puede obrar, para que todo ese sistema de orden justo, opere.

La única respuesta que existe ante la pregunta ¿qué es el amor?: eres tú. Y respirando, volverás a preguntarte, ¿soy amor? Y solo tú sabes la respuesta. Solo tú

Y si insistes en la pregunta, siempre habrá quien pronuncie en ti, la respuesta que es.Así que respira.

Respira atendiéndote, respira a plenitud, prometiéndote que prolongarás este tu respiro, ante lo que sea, ante quien sea.

Respira presente, sintiéndote bien, sintiéndote aquí, estando aquí, agradeciéndote.

Respira.

Om Namaha Shivaya.