Busca y ubica momentáneamente tu Ser y establécete ahí, donde sientes y crees estar.Respira fluidamente, ubicando también, tu ritmo, la constante de tu necesidad. Y ese aliento, alimento, respiro. Momentáneamente también, siente lo que quieras sentir, sin aferrarte demasiado a ninguna sensación.
Hazte consciente del espacio que ocupas y, haciéndote presente,
mentalmente identifícate y
di tu nombre, como te conoces,
como te conocen, así como tu fecha
de nacimiento completa.
Es tan necesario hacerte presente, dentro de este juego, en el que se han establecido ausencias, algunas definitivas. Si acaso conoces a alguien o sabes de alguien que ha experimentado esas ausencias, nómbralos también, para que así permanezcan.
Ve atendiendo nuevamente tu respiración.
Y es que todo pareciera revestirse de un procedimiento, algún protocolo, quizá algún programa. No lo sientas como un marcaje, más bien, como parte de la constante que Es.
Así que respira profunda y pausadamente, haciéndote en tu presencia. Haz que cada respiración, trascienda tu observación. Si te encuentras con alguna tensión, algún pensamiento recurrente, alguna otra elaboración, respira, con la placidez que puedas, haciéndote tan consciente, de que estás respirando. Así como de esta voluntad que hoy expresas de estar ahí en ti, haciendo el sano ejercicio de estar en ti.
Respira porque… ¿dónde estamos?
Sé que te lo has preguntado una y
mil veces, a partir de todas estas circunstancias. Cuando te encuentras en lo que parece inevitable:
estar aquí, donde estamos.¿Qué recuerdas?
¿Qué es todo este espacio? en el que,
con tan sabia recurrencia,
has venido una y otra vez,
quizá por recordar lo que Es.
Por eso la pregunta, personalízala
¿Dónde estoy?
Te podrías conformar
con reconocer el planeta,
vislumbrar el sistema,
incluso reconocerlo, así como,
a la misma gente.
Saber descifrar, advertir,
tu permanencia y la de ellos,
aquí, ¿en dónde?¿Dónde estamos?
Y lo mejor sería que pienses,
que sientas, que aceptes,
que estás donde quieres estar.
Porque más que inevitable, es aceptable: estás aquí.
Respira.
No sería argumento de consuelo,
saber, sentir, que estás y habitas
con tantos.
Y no es para que te excluyas ni te exaltes, pero es, a voluntad, a elección. Esta cuestionante, es como si hubiese crecido y, se ha convertido en más que una resonancia. Para algunos en un reclamo, para otros un desconocimiento y, para muchos, como un ajusticiamiento, no siéndolo.
Respira todo lo que necesites, todo lo que pueda aliviarte, disolverte y atenuarte esta negación.
Ve sosteniéndote en la brevedad de tu respiro, tu ínfimo respiro, tu aceptado respiro, en tu presencia, en tu presente aquí. Mantente ahí, sosteniendo lo que tu presencia es, hoy, aquí. Deja, permite, que pasen unos instantes.
Presente estás en tu poderosa presencia.
Presente estás, en tu poderosa presencia.
Presente están, en tu poderosa presencia.
Y es ahí, cuando la cuestionante, cobra el justo sentido.
¿Dónde estás?
Cada vez más en ti,
cada vez más aquí,
siendo quien eres y queriendo ser más¿Dónde estamos?
Estamos en el espacio-tiempo elegido.¿Dónde estás?
En ti, yendo hacia ti.¿Dónde quedas tú? podrías preguntarte.
Siempre en ti,
de ahí tu poder.¿Dónde estás?
Habitando una conciencia,
tan poderosa.
Así que respira, haciéndote consciente de eso, manejándote a voluntad. Revisando una y otra vez tu propuesta, que te lo recuerda todo y a todos, más tú. Cuando en cada respiro confirmas tu vitalidad, cuando capaz eres, de manejar y asumir, tu propia mente, así como capaz también de elaborar, de trabajarte, de establecer tus esfuerzos y, de comprender, el propósito del Ser.
Hoy, más que nunca, está tan evidente, en los cielos despejados,
las calles solitarias,
los espacios deshabitados,
mientras tú, te mantienes en ti.
Ahí estás,
ahí vives,
ahí eres.
Respira profundo y ve atendiéndote nuevamente, retomando el ritmo, en cada una de tus respiraciones.Respira profundo y restablécete, así como agradécete, el estar consciente.
Respira.