Tu poderoso respiro

MEDITACIÓN CON MATAJI SHAKTIANANDA

Respira profundo y lentamente, disolviendo toda agitación, haciéndote presente, habitando el espacio, revisando la intención, lo que quieres, este estar y, por sobre todo, lo que sientes eres. Así que respira, sabiendo que respiras para conectar, para recrearte...

Respira profundo y lentamente, disolviendo toda agitación, haciéndote presente, habitando el espacio, revisando la intención, lo que quieres, este estar y, por sobre todo, lo que sientes eres. Así que respira, sabiendo que respiras para conectar, para recrearte en tu interioridad. Querer permanecer un poco ahí, reposando de lo externo.

Respira.

¿Qué crees es lo más importante?
¿El simple hecho de respirar o
lo que respiras?

¿Sientes que tu respiro es poderoso? Pruébate.

¿Es que acaso te llena tu respiro? ¿O, lo que finalmente te llena, es todo eso que respiras? ¿Y qué sería? Y no valdría que te fueras racionalmente a señalar los componentes de tu oxígeno. Más bien, así como respiras, ve descifrando si es que contienes algún poder en esa acción, que te hace respirar.

En la capacidad que sientes de hacerte en tu respiro, en todo lo que te produce desde estar ahí, cubriendo toda tu posibilidad de ser, hasta percibirlo todo.

Encántate con la facilidad, el justo dominio y lo que pareciera ser una infinita satisfacción, sentir que estás ahí, en ti, por la gracia de tu poderosa respiración, con la que sabes recorrerte, explorarte. La manera en que has aprendido a respirar para ti. Y reconociendo todo eso, respira más y comprende más lo que el respiro es.

En medio de lo que existe hoy, ¿cómo calificarías lo que se respira?
¿Qué es lo que está pasando?
¿Qué es todo lo que existe ahí?
¿Cómo es que hemos ido contaminando lo que debemos respirar?
¿Cómo se mezcló todo?
¿Cuánto juego existe ahí?

¿Cómo nos hemos atrevido?
Y nos hemos arriesgado a enrarecer lo que nos resulta más vital: respirarnos. Entonces, permanece ahí,
¿qué tan sano,
qué tan libre para respirar?
Y hazlo calmadamente, confiando en ti. Imprímele como sentimiento,
lo que sientes por ti,
por lo que crees es tu vida,
por lo que haces para vivir.

Revisa y siente tu respiro y, si te es posible, extasíate.

Haz poderoso tu respiro.
Hazlo tan poderoso,
que no temas respirar.

Al saber que lo que respiras,
es lo que tú mismo creas,
aunque haya quien quiera,
que temas respirar.
Siente tu respiro poderoso.

Siente tu respiro más poderoso, que lo que respiras, sabiendo que lo que respiras, no es todo de ti, menos aquí.Permanece sin nada que pensar, nada que sentir, nada que temer. Valora esos instantes, en los que nada te ocupa y no ocupas nada, ni siquiera tu espacio. Y ni te ocupa el tiempo, tan solo este poder, de ser tú, sabiendo lo que ese tú, es.Nada por lo demás, un breve respiro, profundo.

Ante tal poder, ¿qué se puede temer?

Respira atendiéndote, concluyendo,
ante tanta nada.
Que lo más importante,
es tu respiro infinito,
sujeto a tu aliento infinito,
inmenso y profundo,
como tu Ser infinito.
Sostenido por tu principio absoluto
en amor, infinito.

Respira, tan profundo.

Respira haciéndote presente,
sabiendo todo lo que te toca respirar, siendo lo que respiras y,
por sobre todo,
agradeciendo las ganas que tienes aún, de respirarte.

Agradece por producir este presente, por estar aquí, por manifestarte y creer en ti.

No descuides tu poder.

Respira.

Hazte consciente, hazte presente.