Que tus respiraciones sean profundas, pausadas, intencionadas. Y que disfrutes de ese respirar. Que respirar te haga sentirte en vida. En la vida que es, en la que realmente quieres. Así que respira a voluntad, a conciencia, sabiendo exactamente por qué respiras.
En este caso, en este momento,
es porque quieres estar contigo.
Sentirte y conectar con lo que eres. Alcanzar esa mirada interna,
en la que nada ves, pero a su vez,
sientes todo.
Mantén tu respiro, disfrutando, estableciendo un ritmo libre, tomando todo el aire que necesitas y expulsando el que no. Identifica la forma en que respiras. Si notas agobio, ansiedad, inhibición, temor o, al contrario, conoces tus pausas, tu alcance, tu estabilidad, tu comprensión, tu aceptación. Respira atendiendo eso que eres, atendiendo el espacio que ocupas, atendiendo tu mente y lo que en sí misma elabora como progresión. Déjala que progrese en sus pensamientos. Lo siente inevitable, pero también sabe que, cuando respiras, vas accediendo a espacios mentales puros. Así que respira constante, estable, confiando.
¿Confías en ti?
Deberías. Deberías. Deberías.
Te asegurarías de tanto.
Y te preguntarás,
¿de qué, hay que estar seguro? Solamente de ti.
Respira con toda la seguridad que creas haber logrado, al saber, al querer,
al creer, lo que confías de ti.
Respira tu confianza.
Dirás: no son tiempos para confiar.
¿En quién? ¿En qué? ¿Por qué?Respira.
Es cierto. Nos hemos traicionado tanto.
No te atrevas a excluirte, ni exaltarte, ni restarte de esta aseveración.
Respira.
Respira a profundidad, hasta donde tu confianza te lo permita.
Si bien no te acuerdas, no lo aceptas, no lo entiendes, o lo niegas, existe en ti,
en todos, lo que podría ser un compromiso -más que único,
más que propio, más que abierto,
más que hermoso-, de saberte,
de aceptarte, de amarte.
Respira.Dime entonces, si no ha habido traición. Si no te has dejado vencer por toda esta confusión.Respira.Y el asunto hoy, lo valioso de esto, es cómo aún sigues, persistes, quieres, respirar y confiar, en ti. ¿Por qué sería? ¿Qué quieres?
Piensa, acepta, confía.
¿Qué quieres?
Ojalá que tus respuestas sean sabias, pulcras, conscientes.
Porque de no serlo, persistirías en traicionarte.
Lo que redundaría, en tu desconfianza, en tu temor, en tu desconsuelo.
Respira con toda la confianza que sabes sientes, que sientes sabes, de ti.
Anímate, siente tu compasión por ti
Respira tu compasión por ti.
Extasíate un momento, contemplando nada, escuchando nada, diciéndote nada.
Solo respira, hasta que ni respiro sea.
Instante eterno, conexión infinita,
logro íntimo.
Respira porque estás ahí.Respira porque estás aquí.Respira porque es ahora.
Respira con gratitud, ante tu confianza, tu conexión, tu voluntad y tu amor.
Respira.