Concéntrate en tu respiración,
en lo sutil que la haces, lo sutil que la sientes, lo sutil que eres.
A través de tu respiración, atiende, asimismo, lo que tu cuerpo es y todo lo que contiene, y cómo es que a través de ese respiro lo alimentas, lo sostienes. Aprecia, valora, lo que realmente eres.
A veces cuando nos tenemos que dar cuenta lo que terminamos siendo, lo que hacemos aquí, se atropellan las sensaciones, los sentimientos, por ser tantos. Este estar, igual que tanta gente, haciendo y siendo tantas cosas. Y, en medio de todo eso, que te encuentres aquí, así que respira este momento creado. Que también termina siendo tu recurso, el más puro, para resolver todos estos temas, nuestros temas.
¿Cuál es tu tema?
Y ya te habrás dado cuenta
que pasas de uno a otro.
Vas de tema en tema,
preguntándote siempre, es así.
Y hoy aquí, el tema es
que respires, sutilmente.
Que te aferres, que te creas tu liviandad. El momento en que solo tu mente
ejecuta lo que este momento es.
Quien se prepara es tu mente,
quien se advierte es tu mente,
quien se atiende, es tu mente,
quien, en cierta forma, buscó, generó este momento, es tu mente,
la que contiene todos los temas.
En cierta forma, lo que quiere,
es liberarlos, respirando así, manteniéndote así.
Sabe que quieres escucharla y
es así que se genera sus temas.
Te pone a prueba, quiere saber con cuánta capacidad de introspección cuentas, con cuánta empatía hacia ella cuentas, con cuanta paciencia, y lo que le intriga más,
con cuánto amor.
Así que respira, consciente ya, de este momento en que te examinas. ¿Desde dónde lo haces? ¿Desde dónde permites quién dictamina?RespiraAdvierte bien mi asistencia. Ni es control ni es persuasión, ni tampoco distracción. Simplemente, me acompañas, me acompañas hasta ti. Y te agradezco. En medio de tantos temas, este sería mi tema primordial. Sentir que, de estar así, solos, podemos acompañarnos hacia y hasta lo que sería esos predios irreales, invisibles, en los que todo existe.
Existe Aquello,
que también termina siendo tan accesible, tan profundo, tan insondable, tan inabarcable y tu mente lo sabe.
Y ese es el juego, acercarnos hasta ahí, desde nuestro silencio, nuestra voluntad, nuestro amor, nuestra confianza,
nuestra fe.
Algunos dirán, con no poca preocupación e intromisión ¿qué buscan?
¿Qué pretenden encontrar? Nada.
¿A quién buscan? A nadie
¿Qué dice? Nada
¿Qué quiere? Nada
Es un estado de la mente abierta,
de la mente segura y ella sabe, se conoce, lo ha experimentado y lo recuerda bien.
Respira que ahí vamos.
Algunos lo llaman camino, sendero, ni siquiera eso, no lo nombres como nada.
No te hagas tema, disuelve todo, libérate de todo y haz tu entrega.
Que esta serena profusión de células activas, hagan su tarea, entreguen su encomienda y develen su verdad, lo que Nada Es.
Si sientes temor, respira más, respira de ese aliento, tan infinito.
Si tienes dudas, respira más, hasta que agonice y se disuelva.
Disuelve tus temas, hasta que quede el presente y sepas permanecer en Aquello, instante sobre instante.
Haz cada vez más del silencio, un tema.
De ésta sensación de vacío, otro tema.
Y, te aseguro, que todo se transformará en Nada y ahí, serás.
Respira consciente, respira profundo, respira alentándote, a resistir estos temas, tan banales, tan humanos, tan tediosos, asimismo viciosos. Rescata el tuyo.
Resta palabrería, evita la discordia y sal de toda confusión. Escúchate.Que quienes gritan, reclaman, atacan y aturden, tienen un único tema: temor.
Respira.
Hazte presente, agradece el momento y prométete sostenimiento, entendimiento y libertad.
Respira.