La distorsión de estos tiempos
07 de Junio de 2019
La verdad, no deberías prolongar nada y tampoco -si no te provoca-, acelerar algo.
Lo que sí, es que deberías situarte, centrarte, enfocarte. Y sea lo que sea: plan, tarea, misión, propósito, lo lleves a cabo.
Te preguntarás una y otra vez, ¿cómo saberlo? ¿Cómo hago?
Y es cuestión de plantearlo, replantearlo, programarlo, reprogramarlo, reestructurarlo, incluso revivirlo.
Porque si sigues en medio de tanto cuestionamiento propio y ajeno,
atendiendo todo lo que hoy ves como… como sería… ¿distorsión? Podría ser.
¿O te parece que hay poca distorsión? Y en parte sí deberías atribuírtela. No valdría exonerarte.
Y entonces sería lo que traes, lo que te refleja, lo que verdaderamente sientes y no restarle valor, fuerza.
Y, si quieres, pretende convicción, sería lo justo. Pero ya sabes que ante tanto… ¿qué?
Y es cuando te culpas o te inculpas, no solamente tú, cualquiera.
Y deberías saber también, que todo y todos forman parte de todo, pero estás tú, queriendo ser eso que sabes eres.
Y esa distorsión, que confunde, resta, atrasa, consiente la duda.
Pero existe algo, un estremecimiento, algo que te mueve, estando ahí.
Y, aunque busques definir, recordar, explicarte, razonarlo, entenderlo, no es posible.
Tendrías que estudiar mucho y recordar otro tanto. Y, dentro de lo que el tiempo es, no es tan fácil.
Por eso es que en cierta forma confías en ti. Y es cuando te recreas, tratando de vivir y revivir esto en ti,
a pesar de tus muertes, a pesar del pasado, a pesar del tiempo, de lo que crees es.
Y, si te convencieras, de que solo existe esto, lo que vives hoy, lo que presente es, lo que sientes ahora.
¿Qué tan condenable sería todo eso? ¿Qué tan negado?
¿Por qué no tomas finalmente una decisión, ante ti, para ti, sobre ti?
Y allá cualquier otro que pretenda inmiscuirse, en lo que tú, como tu verdad eres.
Todo está tan distorsionado, que cualquiera se atribuye intención, capacidad, esfuerzo,
de saber de ti, de juzgarte, de atacarte, criticarte, molestarte, herirte.
Y es su pretensión, porque… ¿cuál sería la tuya?
Mantenerte ahí, tal y como te percibes, tal y como te sientes y, lo que puede ser más grandioso, tal y como te amas.
No contribuyas a seguir forjando distorsión.
Depúrate, acepta, convéncete y, por encima de todo, ama.
Aunque lo veas como un riesgo, nunca lo fue ni nunca lo será.
Om Namaha Shivaya
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