No recuerdes el dolor.
8 de Diciembre de 2018
Quisiera que te preguntaras algo:
¿Crees que estás viviendo para recordar o para olvidar?
Igualmente, ¿qué crees estás haciendo hoy?
¿Qué tanto recuerdas y que tanto has olvidado? ¿Cómo es eso? te preguntarás.
Asimismo tendrías que preguntarte ¿cómo se mueve ese eje que te programa y te re-programa?
¿Qué o quién lo maneja? ¿Cuál de tus circunstancias has decidido estimar para recordar, así como cuál otra para olvidar?
¿Crees que todo eso depende de nosotros mismos?
¿O por el contrario, hay maneras de hacer énfasis en lo que nuestra memoria es, para tratar de hacernos recordar u olvidar?
¿Qué noción, qué condición, adquiere hoy mismo la cualidad de perpetuo?
Lo que debería llevarte a pensar una vez más -y como siempre-, en lo que estás haciendo.
Vale que te preguntes entonces: ¿qué estoy haciendo? ¿Qué hago?
Considerando estas nociones, lo que estás haciendo,
¿quisieras recordarlo en algún momento de lo que tu tiempo es, pasado, presente o futuro?
¿O es que acaso, lo que haces, lo que estás haciendo, guarda como reserva, que quisieras olvidarlo?
Por eso deberías preguntarte cada día: ¿qué haces? ¿Qué estás haciendo?
¿De qué, cómo, estás impregnando tu memoria?
¿Qué te permites considerar de ti, como parte de lo que serían tus recuerdos, así como lo que tendrías que olvidar?
¿Cómo crees estamos conjugando hoy todo eso, con el tiempo que Es?
¿Cuál es el tiempo que Es? Si como bien sabes, es el presente, tu presente, lo que realmente existe.
¿Qué validez le estás dando a lo que tu presente es?
¿No te parece que existe algo que nos está llevando más intempestivamente a lo que olvido es?
Y aunque te fuerces, el recuerdo se diluye.
Es como que si existieran nuevos términos, en medio de todo esto, en que nos hemos convertido.
Y que si acaso te atreves a recordar, quedas marcado, señalado, por extemporáneo
¿Es que acaso todo pasado es olvido?
Y existe un empeño en que sólo se recuerde lo que duele.
¿Qué es lo que quiere perpetuarse? ¿Acaso el dolor? ¿Para qué?
Por eso, es que tienes que determinar desde tu tiempo presente qué tanto crees, quieres y necesitas recordar, sobre todo de ti.
Y qué ciertamente yace ya, como olvido.
Y que cada cosa que haces en este presente consciente quede ahí. Tan exacto, tan puro, tan único, tan consciente.
Cada cosa, cada gesto, cada respiro, cada palabra, cada intención, cada sensación, cada gusto, cada elección.
Y que seas tú, quien pueda manejar ese eje, a tu sabio antojo.
Piensa, considera esto, tenlo presente, para que vivas día a día, lo que tu presente es, con todos tus recuerdos y todos tus olvidos.
Om Namaha Shivaya
1 Comentario
Enviar un comentario
Gracias…bello mensaje