Convertirse es retomar la senda del Ser.
05 de Octubre de 2018
¿Crees que nos hemos convertido?
¿Convertidos a qué? ¿Convertidos en quién?
He estado observando cómo hemos ido perdiendo este estado natural que sería: ser espirituales.
Entendiendo por espiritual, aquel Ser que deposita lo que Es,
todo lo que cree contener y todo lo que anhela, en esa parte de sí que no ve, pero siente.
Porque ni siquiera sería sostener alguna doctrina, más bien sería rescatar ese ideal de sí mismo,
cuando se permite confiar en su real naturaleza, no ésta, la que tanto se ve, la que tantos miran.
Y parecería necesario que, cuando nos damos cuenta de cómo es todo, debemos convertirnos,
dejar un poco todo aquello y empezar a ocuparnos de atendernos, de saber todo eso que somos y que creemos ser.
Atender el espíritu, dimensionarlo y, por sobre todo, comprender en qué estado sostiene al alma.
La razón entonces de convertirse, va tomando más sentido, va deslastrándose de lo que seguramente se cree.
Es retomar la senda del Ser y abandonar la del no-ser.
Para tantos es imposible, es como perder el tiempo.
Para muchos también, es como si se enloqueciera y se desestima la nueva condición -porque pareciera nueva-,
de sentir que es tan vital creer en aquello que está tan presente, tan cercano, tan preciso, tan único.
Establece bien qué te ha ocurrido, qué tan cierto es, que tan mágico, tan maravilloso, tan esencial.
Om Namaha Shivaya
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