Que lo único que te aliente, sea Ser.
15 de Junio de 2018
Hazte una pregunta muy íntima: ¿qué te alienta?
¿Qué te alienta? Y si puedes, llévate a una respuesta sin temerte.
¿Qué es lo que te alienta? Y si me preguntas, te diría algo tan simple: Ser.
¿Qué sería eso? Y en principio, sentirme bien, bien conmigo. ¿Cómo crees se podría lograr eso?
Y lo primero que tienes que hacer es revisarte. Atender todo lo que tienes y contienes en ti, lo que sea.
Toda razón, toda inquietud, experimentarte, sentir cada cosa, a cada quien, qué te produce qué.
¿Qué tanto recuerdas? ¿Qué tanto crees has olvidado? ¿A quién buscas? ¿A quién crees haber encontrado?
Si todavía sostienes misterios, si crees no saber, si sientes vacíos, si te atreves a escucharte, si crees padecer ¿por qué?
Examinar toda actitud. ¿Qué realmente te motiva? ¿Qué no? ¿Qué te genera angustia, desgano? ¿Qué ocultas?
¿Qué juego existe en tu mente, en lo que tu pensamiento de ti, hay?
Y tú aliento, ¿qué traduce? Entonces, entre tanto, entre tantos, ¿qué o quién te alienta?
Si básicamente te mantienes en respuesta, o prefieres siempre la pregunta.
¿Qué más sería, Ser?
Que cuentes siempre contigo. Que ante tu abandono, te rebeles. Que te resistas a tu desidia.
Que sepas entregarte todo el amor que contienes. Que lo que reflejes, sea eso.
Que ya no te importe nada más, que establecer en ti, esa condición innata, pulcra, resuelta, de Ser.
Dirás, es que me cuesta.
Entonces que no cesen tus preguntas y mucho menos tus respuestas, hasta que no existan y no seas ni una ni otra, sólo Ser.
Valorando, sintiendo, conociendo tu verdadera y real naturaleza, tu excelencia.
Considera impregnar cada vez tu aliento para que lo único que te aliente,
sea la siempre maravillosa idea que te concibió: Ser en tu Ser.
Om Namaha Shivaya
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