Tu mente no entiende la Nada
MEDITACIÓN CON SRI MATAJI SHAKTIANANDA
23 de mayo de 2018
De manera consciente, acomoda toda tu respiración dentro de ti. Hazle espacio. Produce respiraciones intensas, profundas, que sepan llenarte.
Si te provoca, visualiza cómo te llena, cómo ese respirar te lleva a una expansión que no queda solamente ahí, en esa sensación física. Prodúcete plenitud al expandirte, al saber cómo llenarte de ti, a lo que es tu capacidad, tu necesidad, tu interés.
Asimismo, haz que hasta tu mente respire. Que sepa y entienda bien lo que haces. Esta manera de sosegarte, de interiorizar, de expandirte. Y si piensas, modula cada pensamiento. Busca atraerlo hasta tu respiro y que muera ahí.
Que no te parezca cruel esa intención de aniquilar pensamientos. Muchos son obsesivos, a pesar de lo pasivos que se muestran. Son recurrentes y se alimentan de ti, de tus temores, de tus dudas, de tus vacíos.
Haz que cuando respires, quieran dejar de existir. Y que lo único que les sobreviva, sea la ilusión, la perenne ilusión de tu Ser. Que si es posible, tropiecen con tu más puro pensamiento de ti, que se conozcan. Que alcancen la idea que tienes de ti.
Vas respirando desde tu idea única, desde tu pensamiento único, que habita y vitaliza, lo que tu mente es. Esa fuerza inmensa y poderosa que eres. Esa condición fotónica, radiante.
¿Por dónde vas? Y pensar, saber, sentir, que es siempre por ti. Tan vasto todo, tan inmenso. Y siempre vas por ti.
Si relacionas todo lo que es, todo lo que existe, contigo mismo ¿cómo serías? ¿Desde dónde, por dónde, hasta dónde transitarías? ¿Cómo limitarías la idea que tienes de ti? ¿Quién se atrevería?
Si supieras que ni tu mente lo haría, no sabe cómo. Podría ser lo único que no entiende. No es para su uso, para sus formas, para sus recursos, lo que realmente eres. Y mira que lo sabe. Lo sabe.
Sabe que sabe tanto, que incluso sabe, lo que no sabe de ti. Sabe callar, sabe escuchar, sabe hablar y sabe suspenderse, suprimirse, sobrellevarse, sabiendo que te lleva hasta ti.
Breves tus respiros, imperceptibles, ínfimos, silenciosos. Conductos. Conductores hasta tu vacío. Ella sabe que hasta ahí no va. Te abandona, o la abandonas. Mente.
Sabe que no entiende la Nada, no podría. Es Ley, es Correspondencia.
Es ella la que poco a poco advierte hacia dónde vas, sin ella.
Vas respirando, como siempre, con algún logro, con algún acercamiento.
Respiras profundo, retornando, restableciéndote, responsabilizándote de tu vida, de tus formas, de tus actos, cada vez más presentes.
Te vas haciendo presente, con gratitud, con fuerzas, con tu convencimiento de ti.
En todo lo que obras, en lo que buscas, en lo que encuentras, en lo que crees necesitar, en lo que te satisface, en lo que muestras, en lo que todavía escondes, en lo que resuelves.
Te alcanzas tu gratitud, tu aplomo, tu constancia y retomas tu mente, posicionándote aquí, ahora, respirando profundo para rencontrarte aquí contigo y con quienes has decidido ser y estar.
Respira.
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