Digno soy, digno es el Ser que me habita
MEDITACIÓN CON SRI MATAJI SHAKTIANANDA
18 de mayo de 2018
Que tu mente sólo perciba tu respiro. Haz que sólo perciba tu respiro.
Que cada respiro produzca un pulso, que haga reverberancia. Por eso necesitas que cada respiro sea profundo, intenso. Que sea el respiro quien ocupe a tu mente. De ahí, la cualidad de tu respiro, calmo, sereno, con esa dulce atención que dispones para ti.
Poco a poco vas notando lo que ocurre. Se trata de un evento interno. Cada vez que te tranquilizas, te serenas, te aquietas, te atiendes, propicias un evento que debería ser tan tuyo, tan propio, tan íntimo, en el que básicamente produzcas más de ti.
En el fondo, eres un gran productor, con infinitos recursos, con circuitos activos, con memoria. Es desde allí que produces estos encuentros, estos momentos, en los que eres. Abriendo tu visión más interna, hacia ti.
De la manera que produzcas esto, obtienes un índice de lo que eres, de cómo estás, de lo que quieres, de lo que alcanzas. Y no se trata de que te valúes y menos, permitir que alguien lo haga. Es encontrarte, es saberte, es sentirte y es también perderte, disolverte.
Porque tendrías que preguntarte ¿qué te produces?, siendo tú quien se genera todo. ¿De qué eres capaz, qué contienes, qué elaboras, qué manejas? ¿Cuál es tu discernimiento de ti? ¿Qué controlas, qué liberas? ¿Qué realmente dispones para ti? ¿Qué es lo que realmente buscas y pretendes encontrar en un momento así?
A lo mejor piensas, crees, que lo que más te define, es tu acción. Cada cosa que haces, cada verbo pronunciado, cada sentimiento expuesto. Y aquí, en un momento así, en el que no existe nada ni nadie ¿quién crees eres?
¿Cómo definirías esta acción? Y, sabiamente responderás: medito ¿Quién medita? ¿Cuál instancia de tu Ser, medita? ¿Quién sabe que meditas? ¿Qué realmente medita? ¿Qué meditas? Y, si no supieras que existe algo digno, profundo, consciente, amable, no lo harías.
Estás meditando, te estás meditando, alcanzando eso digno.
Y deberías decirte: digno soy, digno es, ese tu Ser, el que sabe sí habita. Es por eso que meditas, por nada más.
Que nos hemos engañado, sí. Que lo hemos permitido, sí. Tu memoria, recuerda. Recuerda su memoria, en la que estás, en la que eres. Amada conciencia.
Porque, ¿qué sostiene todo esto? Lo que sin duda, no cuenta ni tiene cualidad alguna. El vacío es neutro. Te preguntarás ¿de dónde surge entonces, lo que se dice amor? Criatura, lo produces tú, desde tu dignidad. ¿Qué más quieres saber? ¿Qué más necesitarías?
Respira. Respira atento, confiando en tu momento, en tu momento creado, producido, digno.
Respira profundo, respira bien, respira contento.
Respira. Ve trayendo, atrayendo lo que eres hasta aquí, hasta ti, respirando profundo para continuar en tu aquí, en tu ahora, presente.
Respira.
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