logomaweb.fw

Te respiras a ti mismo

MEDITACIÓN CON SRI MATAJI SHAKTIANANDA

2 de mayo de 2018

Haz cada respiración consciente, muy consciente. Valora cada una de tus respiraciones. Que no se te escape ninguna, ni pretendas escaparte de ninguna de ellas. Con cada respiración, ve centrándote en lo más profundo de ti. Lo que así consideres. 

¿Te consideras profundo? ¿Qué tanto?

Asimismo ve despejando todo eso que te provoca pensar. No sería el momento. Más bien con cada respiro, sumérgete en lo que crees, está dentro de ti. ¿Qué sería? 

¿Qué crees hay dentro de ti?

Y en lo que tienes que confiar, es que sí existe algo. Y por eso estás ahí, dentro de ti. Y es por lo que quieres respirar así, consciente, serenamente.

¿Dónde quedaría tu adentro? ¿Cómo podrías medir tu profundidad? 

Desde ésta ubicación, tan física como es, ¿dónde se ubica lo que tratas de encontrar?  ¿Qué te hace pensar o sentir, que contienes algo que no ves? ¿Qué te ha hecho creer eso?

¿Qué contienes?  Tras toda esta sustancia,   ¿qué es lo que existe?

¿En qué se convierte todo lo que mentalmente elaboras, todo lo que sientes? Cada acción que realizas, ¿qué configura? ¿Es eso lo que respiras? 

Te respiras a ti mismo, siendo lo que eres.

 ¿Tienes idea de la ventaja de saber quién eres, para qué respiras, qué contienes?  ¿Qué estás haciendo aquí, qué tanto esperas, qué más necesitas? Lo que eres capaz de dar, es lo que respiras.

Vale que te preguntes: ¿todos respiramos por igual?  ¿Todos respiramos lo mismo? 

Vale tu respuesta. Y vale también que te preguntes qué quieres respirar, cómo quieres respirar, por qué necesitas respirarte.  ¿Conoces tu intensidad, tu necesidad, tu control, tu bondad? Y cierto que es lo más simple, lo más vital. Asimismo, ¿cómo crees, por qué crees, que se ambientó todo esto?: para que te respires así, con tal facilidad.

¿Por qué crees que todo cesa, cuando no respiras más, aquí? Es por eso que tienes que valorar esa, tu capacidad, tan vitalmente humana, de saber y querer respirar, lo que realmente eres.

Por el amor que eres y te corresponde, deberías saber lo que más puedas, de ti mismo. Buscar, encontrar la noción más perfecta que contienes.

Es esta tu vida, tu vida. Tu maravillosa vida, porque lo es.

Por si no lo has aprendido, deberías considerarte en ventaja y maravillarte por eso, maravillarte contigo, por ese Ser que respira y sabe por qué lo hace, para quién.

Sé que respiras, siento que respiras. Es tan maravilloso.

Ve graduando tus respiros, imperceptibles, breves y profundos, maravillosos, como tú. No te permitas rebuscar nada, en esa inmensidad que eres. Más bien disipa, olvida, perdona, libera. Haz cada vez más libre tu respiro. Más vacío, más ligero, pero firme, consciente.

Consciente como estás de este momento, hazte presente. 

Haz el registro, lo que tarde o temprano, determinará tu respiro. 

Tienes que valorar, lo que es tu logro, en medio de todo esto.  Tienes que reconocerte, por tu actitud, en medio de todo esto. Tienes que asentar tu verdad, en medio de todo esto. Y por sobre todo, amarte, en medio de todo esto.

Asimismo acepta, lo que todo esto es. Realidades así, ambientes así.

No pasa nada.  Así como pasa todo, no pasa nada.  Así como pasa lo que tiene que pasar, no pasa nada.

Respira cada vez más consciente, más presente, más firme.

Respira profundo, restableciéndote aquí y ahora, sin olvidar tu maravilla.

Respira y como siempre agradécete, mantén tu fuerza, sostén tu aliento.

Y respira como tú sabes hacerlo.

Respira.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *