¿Has guardado algún día santo para ti?
30 de Marzo de 2018
Sólo pregúntate –si es que quieres– ¿qué sientes en estos días?. Estos días llamados santos.
¿Qué o quién los hace santos? Pregúntate si es que aún los sientes santos para ti.
¿Qué pasó? ¿Acaso dejaron de serlo? Te repito ¿Qué o quién los convirtió en algo santo?
¿Qué quiere creer el hombre de hoy? ¿En quién quiere creer?
Te pregunto ¿crees que alguna vez fueron así de santos para ti? ¿Por qué? ¿Por quién sería?
¿Es que acaso lo que se dice un día, hace algo o a alguien santo? ¿Qué entenderías por santo, por sacro, por pulcro, por puro?
De todos estos días, de tantos días, ¿has guardado acaso algún día santo para ti, por ti?
¿Lo has escogido, lo has elegido, lo has sentido? ¿Crees acaso que lo necesitarías? Yo tampoco.
¿Es acaso más santo el día de una muerte o una resurrección, que cualquier otro?
¿Cuántos días serían santos, entonces? Obedece la santidad, la santificación ¿a qué?
Y pareciera ser a un llamado, ¿puesto por quién? Un llamado ¿a quién, a qué?
Y así se fueron convirtiendo ¿Convirtiendo en qué? ¿Convirtiendo a qué?
¿Quién tendría que convertirse? ¿Crees que te has convertido a algo, en alguien?
¿Y si fuera en Mi? ¿Crees que serías capaz de sentirlo?
¿Podrías sentir que has sido capaz de convertirte en Mi? Jamás por Mi: por ti.
Si es que fuiste capaz de comprender alguna vez lo que todo esto fue, ha sido y por lo que parece, seguirá siendo.
Porque, de cierta forma, yo me he convertido en ti, lo sé.
Hay quien ha sabido concebirse desde esa instancia del Ser que Fui, que Soy y Seré.
A pesar de lo que todas estas religiones han sido, existen, viven, son, aquellos que han sabido pronunciarse desde sus esencias,
en la configuración, la formulación, de lo que es el principio de Amor.
Por eso te digo, quizás te pido, que tengas siempre presente lo que hasta hoy has considerado es tu Fuerza, tu Luz.
Y si eso lo quieres ver, sentir, apreciar, valorar, como parte de tu santidad, de tu divinidad, mejor.
Y permítete así, que cualquier día sea santo para ti, porque simplemente lo vives y estas ahí, eres ahí.
Es así.
Om Namaha Shivaya
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El viernes santo coincidió con mi cumpleaños y recibí 100,000 flores, una piedra en forma de corazón, ver un lobo en la montaña de cerca y un abrazo, muchas gracias!