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Es tan valiente la quietud

MEDITACIÓN CON SRI MATAJI SHAKTIANANDA

21 de marzo o de 2018

¿Acaso crees que tu quietud esconde algo? ¿Qué podría ser?

Respira.

Y, si te es posible, transita tu quietud, empieza por todo tu físico. ¿Está tu cuerpo quieto? ¿Lo está? ¿Qué tanto? ¿Qué tanto reposa? ¿Cuánto le permites? ¿Sientes tensión o es, en verdad, quietud? ¿Puedes sentir cómo vibra? ¿Cómo te sostiene en la forma que vibras? ¿Soporta, sostiene, contiene inquietud? ¿Cómo vibras? ¿Es quietud?

Respira para percibirte, para conocer y reconocer eso y saber que estás ahí, quieto. Quieto. 

Vuelve: ¿te sientes en quietud?  Sabiendo que está ahí lo que la mente es, observa, percibe: ¿qué tan quieta? ¿Qué tan hábil es para estar quieta? Respírale sutilmente, amablemente, amorosamente. 

Respira.

¿Cómo está? ¿Cómo la sientes? ¿La sientes acaso, o más bien, te siente? ¿Cómo sería? ¿Cómo se elabora, se produce, esa correspondencia? Anúnciale lo que aventuras, lo que principias: habitarte en tu quietud. Adviértele qué es lo que quieres, sin control, sin presión, sin amenaza, sin temor.

Avísale: Sé que puedo habitarme en mi quietud. Sé que quiero habitarme en mi quietud. Sé que puedo estar en mi quietud. Sé que puedo ser en mi quietud.

Respira. 

Y tal vez te preguntes: ¿Para qué? ¿Qué puedo encontrar? ¿Acaso me espera algo o alguien? O también ¿qué o quién habita ahí? Respira porque tal vez, ante tu expectativa, no sabes qué esperar. No esperes. No esperes.

Simplemente, respira. Respira como te he dicho: sutilmente, amablemente, amorosamente, hasta que el respiro sea breve, quieto. Sostenlo.

Ahí estás, ahí eres, ahí no hay nada, no hay nadie. Es cuando llegas a un instante, al menos, a uno solo. Porque bastaría. Bastaría un solo instante. Sólo un instante de Nada. 

Te aseguro que es una aventura valiente.Es tan valiente la quietud, aquí, hoy.

Respira profundo, muy profundo, agradeciéndote. Respira con toda la intensidad que creas necesitar, con toda la profundidad que requiera este nuevo instante.

Respira y empieza a sentirte otra vez. Siente tu cuerpo. Siente tu mente, que está nuevamente aquí, en ti.

Respira profundo, restableciéndote, reconociendo los sonidos -los externos-, reconociendo tu respiración, tu sonido. Respira en gratitud y ve acercándote a este momento, a este aquí, a este ahora, a este espacio, a este tiempo.

Respira.

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