hola

Del cielo al Cosmos

Enero 2018

Por Mataji Shaktiananda

 

Es un momento único, inexorable, impostergable: el cielo deja de ser y se convierte en el cosmos. Así, de repente. El azul se destiñe y queda un espacio incoloro, más por lo oscuro que por lo claro. Es otro el paisaje, surge entonces la cosmografía y el geo del que somos crece o se empequeñece ahí. Es otro espacio, otra dimensión. Es el Infinito mismo, sea lo que eso sea. Todo cobra amplitud, extensión. Todo se expande. Ya nada guarda límites y todo relación con nada.

¿Tiene color el vacío? El espesor se torna cada vez más y más profundo. Insondable. Y no es cosa visible, al contrario, tan invisible el asunto que se sale de registro ¿Cómo entonces? Justo por lo que no se ve y saber y creer y sentir que si.

Ya todo sensibilidad creada por el cielo -romántica por lo demás- muere. Y no es que tanta belleza muera, trasciende. Igual pasa con los sentidos en aparente exploración. No queda nada por percibir. Nada. De allí que lo único probable por experimentar es lo interior. Ese saberse ahí, parte, dentro, de lo que ese dentro sea. Sempiterno, Inmarcesible. ¿Qué, qué? Mágica: certeza de habitabilidad, de ser y estar. ¿Qué más?

Se me ocurre un poema:

Sin rigor espacial

sin límites

sin fronteras

Batir la espuma cósmica

y sólo suspirar encuentros

Viajes sin rumbos ni destinos

sin sellos de salida ni de entrada

Éxodo obtenido desde las mil aventuras

¿o cinco mil?

ni los números cuentan

ni los días

ni las noches

nada es

todo es

luz

oscuridad

no hay santos

tampoco llaves

_ Buenas… ¿todo en orden?

_ Y en otro orden…¿dios existe?

 

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