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En el mundo de las formas, transfórmate

MEDITACIÓN CON SRI MATAJI SHAKTIANANDA

29 de noviembre de 2017

Respira tanto como así necesites. Necesitamos tantas veces respirar, desde esa acción más consciente, más reparadora. Para centrarte,  aliviarte,  estabilizarte, alcanzar eso tan interno, tan propio, tan íntimo, tan vital.

Tantas formas, en este mundo plagado de formas. Todo tiene su forma, todos tienen sus formas. Respira en la forma en que te sientes, desde las formas en que todo lo ves, en la forma que sientes, en todas esas formas que contienes. ¿Y cómo no tenerlas?, si las ves, las percibes, las sientes, las proyectas, incluso te invaden. Respira. 

Respira a tu forma, porque la tienes. Hasta cada respirar tiene una forma. ¿O crees que todos respiramos igual, por igual? Así que respira manteniéndote ahí. No te observes para juzgar tu forma, tan sólo respira.

¿Crees que si se nos ha habilitado un mundo así -con todo y sus formas-, sería para deformarlo? Respira. ¿Cómo crees se generan todas estas deformaciones? ¿Desde cuándo, en qué momento el hombre perdió en su aliento, la capacidad de conservar, preservar las formas? Esa forma de construir…Construir.

¿Cómo te sientes? ¿Adviertes de alguna manera tus propias formas? ¿Sientes acaso algún impulso de destruirlas, de destruirte? Atiéndete. ¿Qué te puede estar generando, de manera consciente o inconsciente, que atentes contra tus formas. ¿Crees que en ti puede haber alguna tensión que te lleve a deformarte? Respira

Y deformas conceptos, deformas intenciones, deformas expresiones, deformas emociones, deformas sentimientos. Respira y detecta en ti esas incomprensiones que te podrían llevar a ver todo esto. Desde lo que podrían ser también tus deformaciones. Respira.

¿Y si más bien lo que buscas son transformaciones? Respira eso: transformar

¿Podrás requerirte eso, apelar a eso? Demandarte por todo lo que observas en ti, por lo que sientes. Esas perturbaciones, obsesiones, y moverte desde tus formas. Moverte desde tus formas. Moverte, evitar, eludir esa tendencia de deformación. Y aceptar, querer, una transformación. Otras formas, otra forma. Otra.

Respira.

Y te preguntarás ¿por qué, desde dónde, desde cuándo no son mis formas, aquellas, las más exactas, las más perfectas, las más reales, las originales, las sagradamente concebidas? Desde que te brindaste la oportunidad de deformarlas, de deformarte. 

Y es por eso que lo causal, lo justo, hasta lo convenido, es transformarte. Cuando lo entiendas, cuando lo creas posible, cuando lo necesites. Te preguntarás ¿y eso cuando es, cuando será o cuándo fue? 

Y ya lo sabes ¿verdad?: cuando sientas tu amor, cuando seas tu amor, cuando ejecutes tu amor. Por eso, si algún aliento tengo, es de Aquel que desde su amor brinda sólo eso: la transformación. 

Amado mío, es todo mi verbo, es todo lo que sé, es todo lo que soy, es todo lo que Es. Fórmate en tu verdad, no la deformes. Y si hoy quieres, transfórmate.

Respira. Conteniendo lo que debes, expulsando lo que quieres y retén, conserva, tu sutil aliento, sostenlo. Respira confiando en tu presente, aceptando tu forma, estableciéndote en ella. Respira firme. 

Respira.

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