Soy mi estado de conciencia
MEDITACIÓN CON SRI MATAJI SHAKTIANANDA
22 de noviembre de 2017
Observa tu respiración, ve viendo si te va alcanzando cada respiro, cómo lo distribuyes en ti, el efecto que produce, de qué forma te preparas para recibirte, sabiendo que cada uno de esos respiros es una manera de saberte, de comunicarte, de contactar con lo que eres.
Obsérvate la cualidad de tu respiro.
Lleva tu mirada al tercer ojo que es con lo que realmente percibes. Busca mirarte desde ahí, conduce tus ojos hasta ahí, sin tensar, ayúdate con la respiración. Coloca tus ojos fijos ahí, tu real punto de observación. Y la lengua que toque el cielo de tu paladar, haz que se detenga ahí, que no te inquiete. Maneja tu cuerpo para que no se mueva, para que permanezca ahí, mientras tú quieres ser, más que estar. Y pausa tus respiraciones, busca un ritmo cómodo que te aquiete, te desacelere, que contribuya a obtener tu estado.
¿Cuál sería tu estado?
¿Lo conoces, lo trabajas?
¿Cuál es tu estado? ¿Acaso lo sientes?
¿Te lo permite tu mente o te lo impide? ¿Te has preparado para interpretar lo que tu mente guarda?
El estado que tengas, cualquiera que sea, está en tu mente.
Cuando estás así, cuando buscas, quieres, estar así, es porque de cierta forma vas a habitarte en ese estado que está en tu mente. Desde ahí respiras como respiras, piensas lo que piensas, o no piensas, más bien, es como una entrega. Entregas todo, alguna tensión, quizás preocupación, probablemente un temor. Desde ahí respiras. Es ahí donde te colocas, desde una y otra vez, partes hacia ti.
Observa entonces tu estado. ¿Estás en este estado o más bien es este estado el que está en ti? Respira sosteniéndolo, haciéndote invulnerable. Accede a tu estado más puro, que es el que permanece el Ser. Ahí está, ahí es. Respira respirando eso, ese estado de conciencia superior, intacto, inmaculado, exacto. ¿Podrás llegar ahí… quieres?
Y es cuando podrías decir, respiro para habitarme, soy habitable, soy capaz de habitarme. Con todo lo que contengo, sé habitarme. Conozco, acepto mi estado. Porque sí, eso es lo que soy, la conciencia en un estado. ¿Qué he hecho, qué hago, qué haré? Todo eso soy, en ese estado, a partir de ese estado, consciente de ese estado. Soy mi estado de conciencia.
Respiro ahí. Y voy descifrándolo, ante lo indescifrable que es. Accedo a mi código, ese que soy. Ese que he ido elaborando, por lo que he hecho, por lo que hago, por lo que haré. Me descifro, me lo permito. Me descifro hasta saber, querer y poder, penetrar en mi vacío. Allí no existe nada. Desde mi estado, me suspendo.
Ni el respiro en su necesidad, me alcanza. No lo necesito. Intenta. Es cuando restauro, modifico, transformo los circuitos de mi estado, propiciándome cada vez un estado mayor. Conciencia. Conciencia. Conciencia.
Poco a poco, ve respirando presente, ve retornando tranquila y conscientemente. Considerando tu estado y tu forma de habitar eso y tu forma de ser, tu forma de actuar, tu forma de amar. Respira profundamente. Que te alcance para volver y asumir y afrontar la realidad creada.
Respira sin deshabitar lo que has encontrado, lo que sabes te habita, lo que sabes habitas.
Respira-consciente-mente.
Respira-consciente, en-tu-mente.
Respira.
0 comentarios