Simplemente respira
MEDITACIÓN CON SRI MATAJI SHAKTIANANDA
25 de octubre de 2017
Respira con serenidad, buscando establecerte ahí.
Atiende solamente tu respiración sintiéndola como tu única compañía, como esa fuerza que te sostiene, que te permite la vida. Juega con ella, siente cómo la respiración actúa en ti,cómo hace que estés en vida, que te alimentes de ti, que te propicies tu atención y que en cierta forma produzcas tu momento. Que busques y encuentres una manera de coordinarte, ajustarte, conocerte, atenderte y amarte.
¿Podrás sentir si amas tu respiro y asimismo si tu respiro te ama? ¿Crees que se comunican? ¿Crees que tu respiración te comunica algo? ¿Te crees capaz de crear una comunicación nueva, propia, útil, amorosa? Sería tu comunicación más sutil, tienes que lograrla.
Básicamente, al respirar, te comunicas con tu vida, ésta vida, lo que toda tu vida es hoy.Es la única manera en que podrías hacerlo, no existe otra.
En la medida en que respiras, vas comunicando todo de ti, a ti, cualquier cosa. Todo tu sistema sabe eso y sabe utilizarlo, sobre todo, tu mente, que aunque se sienta controlada, lo acepta. Es su manera de interpretarte, pero eso está cambiando, lo estás cambiando.
Realmente estás tratando de no necesitar utilizar control alguno. Más bien saber transcurrir lo que tu esencia es, en este espacio-tiempo en el que respirar es la única manera de saber quién eres, qué hacer aquí, qué quieres, qué esperas de ti y de lo que eres capaz.
Sabiendo asimismo, lo que necesitaste, lo que quisiste, decidiste. Respira. Por tu Ser, respira.
Sustancia y sustancia, en comunión, comunicación.
Y tal vez algo importante -tan importante como tu forma, tus ganas de respirar-, es qué respiras. ¿Lo sabes acaso? ¿Qué respiras? En tanto es lo que te circunda. Valdría entonces ¿dónde respiras? Valdría también ¿a quién respiras? Valdría todo.
Te podría hablar y por voluntad asegurarte, lo que aquí respiras: en principio a ti.
Así como eres, así como estás. Respiras creyéndote. No lo haces todo el tiempo, te reservas para un momento así, para un espacio así y deberías ampliar. ¿Qué tendría, qué contendría? Un momento así, ¿qué te permite? Por lo menos ahora, creer en ti. Adivina, te tiene a ti, envuelto en ti, revuelto en ti, inmerso en ti, abierto en ti, cerrado en ti.
¿Cómo no podrías respirarte? ¿Cómo no sabrías, cómo no querrías?
Y verdad que a veces cuesta, pesa, intimida, asusta. Pero ahí vas, respirándote en tu firmeza, en tu conciencia, en tu voluntad. Todo eso bastaría, debería. Imprégnate profundamente de este momento tan tuyo. Haz que lo que brote de tu respiro, se impregne en ti.
Haz que tu mente sepa lo que realmente eres y cómo está ella en ti y tu en ella.
Por lo pronto, creyéndote ser, haciendo ese registro, sintiendo ese registro. ¿O no lo sientes?Va más allá de una sensación, del mismo sentir, de alguna razón. Y ese más allá está en ti.
Respira tenue, imperceptible, casi que detenidamente. Que no te asuste esa nada, ese vacío, ese desprendimiento, esa no-sensación, no-sentimiento, no-pensamiento, no-tensión, no-temor. Es tu condición perfecta para la suspensión y por ínfimo que sea el instante, es tu alcance, es tu registro, es tu impregnación, es tu condición, es tu estado, es tu conciencia.
Ni el disfrute es suficiente, es más. Y no es tan allá, es acá, es en ti, es ahora, eres tú.
A partir de ahí, lo que quieras comunicarte es posible, el asunto es ciertamente ¿qué quieres Esa es la tensión humana por lo demás. Ante tanta confusión ¿qué quieres?
¿De qué tendrías que hacerte más consciente? ¿De éstos momentos o de los otros? ¿En cuál te sientes más tú? De allí que tengas que mantener una sana comunicación en tu interior, para saber, poder y querer vivir aquí.
Prométete que siempre sabrás comunicarte así, contigo, para vivir.
Respira sin buscarle ninguna cualidad a cada uno de tus respiros. No los impregnes de dolor, de inconsistencia, de rencor, de ambigüedad, de recelo.
Simplemente respira, es lo más simple. Es tan simple.
Respira.

0 comentarios