Vibra para la Luz

MEDITACIÓN CON SRI MATAJI SHAKTIANANDA

27 de Septiembre de 2017

¿Has aprendido a vibrar? ¿Sabes vibrar? Vibrar por ti, es más que un sentir, traspasa todo sentido. Vibra. Es importante que emanes tu vibración, es lo que eres. Es lo que desde tus circuitos eres capaz de brindar.

Respiraciones lentas y profundas, haciendo consciente cada respiración. Determina un ritmo, una forma propia de generarte una respiración que te lleve a tu interior, a meditarte.  Que los pensamientos se diluyan cada vez más rápido, que no se detengan en ti.

Respira.

Profundiza tu respiro hasta que logres estabilizar esa mente tan inquieta, tan temerosa, sobre todo de lo que no conoce de ti, de lo que cree no conocer de ti.

Respira más, para que te ubiques, para que te encuentres en tu propio silencio. ¿Conoces tu silencio? Mantente así, cada vez más profundamente en ti.

Respira imaginando que existen circuitos en ti algo obstruidos, bloqueados, y que cada vez que respiras, se liberan, se abren. Son los que te permiten tu conexión con los otros circuitos que el éter contiene y que, de alguna forma, los has dispuesto, están dispuestos para ti. Son circuitos por los que accedes a tu fuente de luz.

Si conoces bien o si conoces algo del sistema en que vives, debes saber que confluyes con circuitos de luz que atraviesan toda esta densidad, -incluso tu cuerpo- que algo transportan y puedes entenderlo como información.

¿Qué tipo de información? ¿Sobre qué crees necesitas ser informado? ¿Qué quieres saber, qué te interesa?

¿Has mantenido tus circuitos? ¿Los activas, los enciendes, los conoces?

¿Cómo crees que proyectan luz? ¿Te has detenido a observar siquiera externamente cómo hay fe de eso? ¿Cómo existen tantos circuitos aliados en luz? Y alimentan, nutren, proporcionan vida. Tantos organismos que se abastecen, tantas fórmulas de vida.

Si es así, ¿cómo no te propicias el establecer, el restablecer tus circuitos? Aquellos que contienen tú información, la que tan laboriosamente has concebido vida tras vida. Que bien sabes, ni siquiera es tu pasado ya, es tu presente, tu existencia actual, tu vida misma.

Circuitos, información que fluye pese a tu ignorancia de ti.

¿Cómo crees conocerte? ¿Qué conoces de ti? Acaso tus gustos, tus costumbres, ¿es eso lo que eres? Todas tus tensiones, tus miedos apilados… ¿eso eres?

¿Cuántos circuitos crees tener activos? ¿Cuántos te has permitido? ¿De dónde salen, hasta dónde llegan? ¿Acaso están interceptados? ¿Qué o quién podría?

Si pudiéramos verlos, ni te imaginas…  Sería un enjambre, un tejido infinito de pura energía. Sólo energía, todo es energía.