Si respiras, es para estar presente.
1 de Septiembre de 2017
¿Sabes por qué respiras? Y es por tu presencia.
Se trata de tu presente y de esa presencia que eres.
Cuando ya gestionas, produces tu ausencia, no respiras más.
Eso es lo que establecemos al estar aquí, al querer ser aquí.
Respiramos por eso, por ese querer estar y también participar de lo que la vida es.
Cuando te vas, cuando sientes morir, todo cesa, más tu respiro aquí.
Te preguntarás ¿debo, quiero, respirar en otro lado?
¿Debo, quiero, necesito, respirar en otra parte?
¿Se respira? ¿Qué se hace?
Y mira que reflexiono mucho en eso, sobre todo por los ausentes.
Me pregunto si es que se tiene que respirar siempre.
Y cuando digo siempre no creas que incluyo el tiempo… ¿cuál?
Aunque bien sabes que como nos sentimos atrapados,
lo que nos queda es contar con él, con eso que apenas entendemos, el tiempo es.
Aquí donde me ves -y no sé desde cuándo ni sé tampoco hasta donde-, me cuesta aceptar ausencias.
Y no creas que es porque no estimo tu presencia, la celebro cada día, tal y como hago con la mía.
No sé si te atreves, te provoca, o te sientes capaz de hacerte cada día una celebración en ti, por ti.
Si no lo haces, empieza, vale la pena.
Me pregunto, ¿si todo se siente tanto, por qué se resienten así las ausencias?
¿Por qué este encierro nos limita y no sabemos ver la constante que existe, que manifiesta está, de todo ser?
¿Por qué perdimos tanta capacidad de extendernos?
No diría que en nuestros sentidos, sino en ese poder de sentir todo el Manifiesto.
¿Estarás presente, estarás aquí?
¿Estarás consciente de lo que eres, de quién eres, de lo que quieres de ti?
¿Te sabrás presente? ¿Qué sientes?
El asunto es, ¿presente en qué? Y es que tiene que ser en ti, en eso en lo que sientes eres.
Hazte consciente de eso y quizás aprendamos a no resentir tanto las ausencias, los ausentes.
Además te confieso algo: sé que están aquí, sé que estás aquí, en este presente.
Pero el tiempo genera trampas que nos hacen caer.
Sé que no es dolor, existe alguna ausencia que no es dolor.
Es ya parte del vacío, eso que se anhela, eso que sí existe, en todo presente.
En todo presente.
Om Namaha Shivaya
0 comentarios