Fuimos piedras, fuimos Uno.
21 de Julio de 2017
Recuérdame qué hacemos aquí.
Si quieres, mentalmente elabora algo, lo que se te ocurra, lo que sientas,
lo que creas, lo que has convenido, lo que te parezca bien.
Y fíjate bien, si se trata de algo que recordamos.
¿Qué te podría recordar esto? Y sí, algo debería.
Porque, ¿qué hicimos, qué nos ocurrió, para que encontráramos, diéramos hoy con cantos así?
¿A qué o a quién invocamos?
Y escucha bien, tendría que ser a alguna parte de ti, antes que nada, antes que nadie.
Y te preguntarás ¿qué parte, cuál?
Y no sería precisamente a mí a quien le toque recordarte todo lo que has vivido.
Siempre sería tarea propia.
¿Y sería precisamente recordar? Y también, en parte sí.
Hemos jugado con tantos manifiestos,
pero pareciera que bien recordamos que existe uno primordial.
Te cuento un sueño:
Era tan extenso el lugar, y sólo se veía esa superficie inmensa.
Y estábamos ahí, habitábamos ahí.
¿Sabes qué éramos?: piedras. No te imaginas cuántas, desperdigadas por ahí.
Éramos piedras… éramos piedras sintientes, inmóviles, mudas.
Y teníamos conciencia de que piedra éramos.
Y una a una, fuimos disponiéndonos a dejar de ser eso, sin olvidar lo que habíamos sido.
En el sueño me invadía un sentimiento inmensurable de unificación.
Y a la vez me preguntaba ¿cómo unas piedras podrían unificarse, ante su solidez?
Y nos fuimos despertando una a una,
transformando en lo que sería una extraordinaria conciencia.
Y cada vez y cada encuentro, nos prometimos, nos comprometimos
a recordar lo que habíamos sido: una piedra.
Te pregunto, ¿crees que olvidamos eso?
¿Crees que desde entonces supimos configurar en nosotros un sentimiento de unidad?
¿Y la piedra? ¿Qué era, qué fue, qué es?
¿Por qué tendríamos que considerar hoy
que no estamos sujetos en luz, en fe, en entendimiento?
Lo que ya entonces sabíamos.
Por eso te digo hoy, gracias por recordármelo.
Om Namaha Shivaya
0 comentarios