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Cuando vibras consciente,

el Universo te escucha

MEDITACIÓN CON SRI MATAJI SHAKTIANANDA

 10 de Junio de 2017

Aprecia tu respirar, aprecia cada respiro, cómo te alimenta, te reconforta. Aprecia tu voluntad, que te trae aquí, que te sitúa así. Y finalmente aprecia este momento.

¿Crees que emites algún sonido estando así, respirando así? ¿Desde alguna parte de ti producirás algún sonido? Toda esa energía, todo ese compendio energético suena. ¿Suena a qué?

¿Existirá algún sonido en el silencio?

Sabiendo lo que procesamos, los circuitos, todo lo que se moviliza desde esta quietud. De alguna forma te amplificas. Desde tus campos, algo produces. Si respirando produces tanto, si meditando procesas tanto, si desde este estado de suspensión vibras así ¿qué produce todo eso?

Y si además irradias ¿sobre qué naturaleza física se expande todo eso?

¿Qué ley se ocupa? Ten por seguro que ocupas una ley. Que tu sistema todo, al producir, al conectar filamentos de luz, crean, emiten, vibran y abarcan circuitos que a su vez se reproducen.

Por eso es que crees, sientes, sabes que te desplazas, estando aquí, que te encuentras permaneciendo aquí. Que toda esta corporeidad te ayuda, te es útil. Y que tu silencio suena a ti. Te preguntarás ¿quién me escucha? ¿Quién me escucha? ¿Quién me escucha?

Respira.

¿Alguien escucha mi silencio? ¿Alguien sabe lo que mi sonido es?

Respira.

Cuando vibras consciente, cuando vibras así, el Universo todo te escucha.

Escucha tu silencio, que suena… y suena… y suena…Y de alguna forma te lo proyecta, te lo ecualiza para que te recibas, siendo quien eres.c¿A qué suenas? Y debería ser a silencio.

¿A qué suena el silencio? A nada.

Si eres capaz de escuchar eso, no hay ruido que te perturbe, no hay escándalo que te transgreda, ni siquiera memoria que te mal-recuerde. Y así, vas ajustando tu sonido al silencio. Cada vez recibes más de tu propia reverberancia. Todo cuanto recibes es de ti. Todo lo que captas es de ti.

Reverberamos en un Universo donde no existe nadie de incógnito.

En todo lo que vibras, dices de ti, hablas de ti, produces lo que quieres: ruido-sonido, sonido-silencio, silencio-nada.

Ve vaciándote, inhala menos, vacíate más. Aprecia tu silencio y que poco a poco se acerque a tu sonido, esto que eres. Identifica qué tanto de ruido es tu sonido, gradúate. ¿Cuánto lo sostienes? ¿Cuánto te inquieta?

¿Te molesta tu sonido, tu ruido o tal vez tu silencio?

¿Cuánto lo sostienes? Haz tus pruebas. Haz cada vez más pruebas para que compruebes lo que realmente eres, lo que contienes.

Respira a profundidad, respira atendiéndote, haciéndote presente,

apreciando el momento y lo que te espera.

Respira profundo, respira en paz.

Respira.

Mataji Shaktiananda

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