Jayanti de Paramahansa Yogananda

Respira con aliento.

Siente alivio. Tienes que sentir alivio. Sé tú alivio.

Restada la soberbia es como si se respirara diferente.

Considerando el esfuerzo, contemplando lo hecho, agradeciendo todo, menos la simulación.

Por eso, restablezco una y otra vez la forma consciente de asumir esto, estrecho sendero.

Podría ser un ejercicio: supongamos que te quito mi libro. Ese y algún otro.

Te pregunto: ¿cómo creerías en mí? ¿En qué o en quién te basarías para creer en mí?

¿Cómo te enterarías de quien fui y lo que sentí?

Me dirías: ¿irías a alguna parte, a algún lugar?

¿En dónde estuviste, por dónde transitaste, quizá donde declamé?

Y te pregunto: ¿Me sentirías?

Y espero entiendas mi confesión.

¿Entiendes de qué se tratan los registros, cómo se adquieren, cómo se transmiten, cómo se reciben, cómo se viven, cómo se creen?

Siento alivio.

Te pregunto, ¿qué quisieras leer hoy?

Si puedes vivir, si puede sentir, si experimentas.

Y si supieras que tan sólo acompaño, porque ya no puedo ni debo guiarte.

Al haber concedido en ti, a tu medida, a tu necesidad, a tu estado de conciencia,

a tu avance, a tu alcance, una profunda y exacta manifestación de tu propio Ser.

Tan sólo te propongo que entiendas bien.

Réstale soberbia a tu mal registro, porque todo esto siempre continúa,

siempre se transforma, siempre se dan más y más alcances.

Y si me recuerdas desde algún rostro, alguna asistencia, alguna entrega, más te recuerdo yo.

Por eso me permito acercarte cada vez el registro que es, la activación que existe, en el momento en que vivimos.

No uses mi rostro para esconder el tuyo. Jamás te detengas.

Quédense aquí, sin simular.

Seguimos como siempre.

Confía en ti.

Estás en tu camino.

Sri Mataji Shaktiananda

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