¿Finges hasta el acomodo? Porque ni siquiera eso resulta fácil.
¿Crees que deberíamos acomodarnos, en este planeta, ante estas situaciones,
en estas circunstancias?
¿Crees que se trata de crearte, generarse comodidad?
Y tampoco se trata de sentirnos incómodos.
Por eso es, que todo esto va por lo que el alma es y el Plan es.
Reconocerla, valorarla y entregarla.

¿A qué o a quién? siempre te preguntarás.
Y por lo pronto, al ser tantos,
deberíamos comenzar por aquellos a quienes también reconocemos y sentimos querer.
Que en cierta forma es también, dar profundo inicio a la Entrega Mayor,
si llegas a comprender lo que el otro es.

Pero es que ha resultado casi todo como no es.
Hemos convertido, hemos transformado todo esto en algo que se ajusta a lo que no somos.
Y con todo, hemos creído sentirnos cómodos.
No quisiera abochornarte ni incitarte a nada que en ti no esté, que no quieras.
Pero debo anunciarte que así no es.
Que si estamos bien o mal, tenemos que ver, saber, comprender,
todos los porqués que asaltan.
Este mundo no es para instalarse cómodamente.

Puedes producir, puedes negociar para asistirte,
pero si no haces un esfuerzo para esa alma,
-que puede estar aquí o allá… quién sabe dónde-, no lo estás haciendo bien.
Así que reflexiona, sacude en ti lo que no te permite darte cuenta de lo que la vida es.
Lo que la vida es. La Vida.
Piensa en tu cómoda vida.