QUE LA LUNA NO TE MIRE Y TAMPOCO TU A ELLA
25 de Septiembre de 2015
Sí sabes, que estamos haciendo un recorrido,
y que nos estamos moviendo, así como todo a nuestro alrededor.
Y desde hace un tiempo ya, han habido importantes movimientos,
que nos han propiciado eventos internos.
Y es como si hubiésemos escogido vivenciarlos así.
Se acerca, es inminente, uno sumamente importante.
Y deberías tomarlo como lo que es: una oportunidad, una real y auspiciosa eventualidad.
¿Te acuerdas cuando se te dijo: “si está en ti, si quieres, sanarás”?
Y es que se acerca ese tránsito. La tierra sabe, la luna también.
¡Y te podrías imaginar cuánto sabe el Sol!
Y estamos ahí,
en medio de todo esto.
Y se trata de fuego, se trata de arder.
Se trata de que quemes, desvanezcas,
todo lo que finalmente has traído,
para que combustione,
para que conviertas lo que podrían ser tus cualidades,
en más Virtud.
No tendría sentido ya,
que sigas restándote ante tu incomprensión,
tu malestar, tu desconocimiento, lo que ignoras de ti.
Hay fuegos de fuegos.
La pregunta como siempre sería ¿qué quieres?
Y ojalá tus apetencias se dirijan hacia ti.
Ya no desees hacia lo contrario,
lo que podría ser tu propia fatalidad.
Descansa.
Descansa sabiendo que estás en ésta faena que es la vida, tu vida, básicamente de nadie más.
Acostumbra al alma a que sienta eso.
Y no te hablo de cierta soledad, al contrario, más bien de una plenitud que te alcance,
te baste, ante todo lo que eres.
Que la luna no te mire, tampoco tu la mires a ella.
Más bien, confiésate, confiésale quien eres. Ella no lo sabe.
Ella a su vez, se confiesa ante el Sol.
Mataji Shaktiananda
0 comentarios