ACUÉRDATE DE TUS RASTROS
9 de Octubre de 2015
Rostros.
¿Viste cómo decidimos identificarnos?
Que no te confundan, no los ignores.
¿Cuántos somos? Y si realmente te conocieras, conocerías a todos, uno a uno.
¿Viste también con cuánto afán, hemos querido recrear lo que fue el rostro de Jesús, por ejemplo?
¿Para qué? ¿Acaso nos diría más?
Y han habido tantos rostros.
Ha sido la forma en que nos hemos ayudado
a nosotros mismos ¿a identificar qué?.
Y suele pasar que crees reconocer a alguien,
y cuando eso ocurre,es que también ignoras
lo que hemos desarrollado para identificarnos, reconocernos.
¿O crees que sólo un rostro te diría tanto?
¿Te llevaría a sentir tanto?
¿Tan solo un rostro?
De cierta manera,
hemos sabido burlarnos a nosotros mismos.
Tratar, intentar, establecer algún otro código,
no siendo posible.
Podríamos creer, que el genoma se ha ido perfeccionando.
¿Qué crees? ¿O ha ido involucionando?
¿Cuáles son nuestras cualidades hoy? ¿Hemos ido mejorando o empeorando?
Tendrías que razonar. Es imperativo que razones, que te forces un poco,
que movilices todo lo que contienes, que restablezcas principios,
que te acuerdes, así como también has olvidado.
Lo más importante sería, que por lo menos, te acordaras de ti.
Ya no diríamos que de tus rostros, –ya lo han dicho – más bien de tus rastros, que existen.
Tienes toda la capacidad de confeccionarte cada vez más, cada vez mejor,
cada vez más similar a lo que Es, a esa semejanza de la que se habló
para hacerte entender quién eras.
¿Crees acaso que Jesús alguna vez vio el Rostro de Dios?
Claro que no, vio el suyo. Y ciertamente era hermoso.
Talvez por haberlo olvidado, ya no lo sería tanto. ¿No te parece?
Por eso, deberías recordarlo a través de ti. Eso deberíamos.
Porque aunque no lo creas, es un recuerdo cercano, casi que el más cercano.
¿No hay más? Claro que sí, pero más atrás.
Por lo que mejor sería, que te reconozcas en tu presente, sabiendo ya quien eres.
Mataji Shaktiananda
0 comentarios