POBRE DEL HOMBRE QUE AÚN HOY, NO TOMA UN CAMINO
8 de Mayo de 2015
¿Dónde estás? ¿Para dónde vas? ¿Qué o quién te orienta? ¿Tienes alguna idea?
Si no tienes alguna respuesta, te debo decir que estás perdido.
Y no lo tomes a mal, es que estás perdido dentro de ti.
Hemos estado en tantas formas, yendo y viniendo,
estableciéndonos, restaurando, construyendo.
Y deberías reconocer algo o a alguien.
¿O qué crees hemos hecho?
Hemos construido caminos.
Y pensarás que es lo más lógico,
dadas las características de este planeta.
Formas de transitarlo, atravesarlo,
movilizarse, conocerlo.
Y si algo reconoces, hemos avanzado. Mucho.
En verdad podrías recorrerlo totalmente.
Ahora pregúntate,
si quienes lo han recorrido,
han encontrado algo. Algo de sí mismos.
Y te aseguro que sí,
pero quien lo ha hecho, es porque ya sabe.
Y dirás ¿ya sabe qué?…
Ya sabe quién es.
Y mira que nos han enviado seres que saben quiénes son,
y que se fueron recorriendo y se atrevieron a decir:
“Soy el camino, la Verdad y la Luz”,
siendo verdad, totalmente verdad.
¿El camino para dónde? ¿El camino para quién? ¿La Verdad de qué? ¿La Luz dónde?
¿Y crees que encontraron todo eso aquí?, lo más seguro es que sí, en ellos.
Entonces, fíjate bien: has visto ya cuántos caminos existen,
y si te propones conocerlos todos, capaz no llegues a recorrer ninguno.
El sabio, el que ya sabe,
sabe reconocer su camino
y prela en él una razón mayor:
ya lo conoce, ya anduvo,
ya sabe quién es,
estando en él, en ese camino.
No está perdido,
ni lo estuvo, ni lo está, ni lo estará.
Pobre del hombre que aún hoy, no toma un camino.
Ni siquiera por fatiga,
por experimentar la fatiga.
Te preguntarás
¿si reconozco mi camino, podría saber dónde estoy?:
precisamente en ese camino.
Porque se trata de un trecho largo por ser recorrido.
No podría mentirte.
Tan largo como todo lo que has hecho,
como todo lo que has pensado,
como todo lo que has creído,
como todo lo que has construido y es más,
como todo lo que pretendes destruir.
Es largo.
¿Ves por qué debo decirte que desdichado es quién aún no se moviliza hacia camino alguno?
Y prefiere mantenerse así, inerte, descreído, en lo que en sí mismo es.
Ocurrió también que algunos caminos
se han cerrado en sí mismos,
¿sabes cómo?,
se han condenado a la desdicha y al desamor, al odio.
Ni siquiera han perdonado
a quienes han pretendido restarles el camino mismo.
Y terminan siendo como callejuelas sin salida.
Jamás se podría salir con rabia,
rencor, resentimiento, guerra,
discriminación, miedo, poder.
Seguro pensarás
¿y es que no es acaso el mejor camino la libertad?…
¿ser libre?
¿Qué creerías hoy es ser libre?
¿Estás viendo desde cuándo y desde dónde estamos tan confundidos?
Hasta la libertad tienes que trabajarla desde ti. Totalmente.
Libre de tus culpas, de tus miedos, de tus pasiones, de tus negaciones,
de tus mentiras, de tus fracasos.
Largo camino.
Entonces volveríamos a preguntarnos ¿dónde estamos? ¿cuánto nos falta?.
Y es cuando tienes que medir tu libertad, a razón de tus miedos.
Así sabrás, así sabrás.
Por fortuna, sé que muchos se sienten en Gracia,
por haber establecido-reestablecido, construido-reconstruido
su propio camino hacia sí mismos.
Esa es la Verdad.
Mataji Shaktiananda
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