LA JUSTA PETICIÓN
27 de Marzo de 2015
Es más bien una respuesta ante lo que parecería ser su petición.
A ver si como estamos y como nos sentimos, podríamos producir un pronunciamiento.
Por lo que decíamos, estaríamos en posición y en actitud de procurarnos una ayuda que nos permita elevarnos un poco,
distanciarnos también, de lo que siempre está por ahí.
Uno se pregunta, ¿por qué se debe existir así,
bajo nudos, tensiones, sospechas
que no terminan ni siquiera
cuando la incondicionalidad que uno revela,
apaciguando ya aquello interno?
Y es como si algunos, quizás muchos,
solo esperan algún pronunciamiento que los pueda herir.
Y tal vez si viniera -y perdonen la expresión-
de cualquiera, no se le diera tal importancia.
Pero viene de quien ha decidido
incondicionalmente manifestarse.
Es cuando cualquier manifiesto
puede ser engullido, mal digerido,
y se produce un malestar
que sólo busca mal disponer.
Si sólo se trata de conversar,
no precisamente de lo que se sabe,
sino de lo que se es.
¿Pero quién puede entender la diferencia?
Por eso, es que a petición,
se podría pronunciar una particular plegaria,
con todo respeto:
“Quienes formamos por Voluntad una Fuerza Infinita de Amor profundo,
estamos conscientes de la aversión que eso podría producir
en quienes aún ni siquiera intentan recoger sus lastres y avanzar más.
Ante nuestras propias circunstancias, creadas en Luz por lo demás,
estaríamos conformes, si desde lo que hoy somos podríamos solicitar
un poco de respeto, consideración.
Hoy cuando todos estos predios se llenan así, jugando inconscientemente
a la desolación, la furia y el desespero,
determinamos que estamos sólo en la justa libertad
de acercarnos como queremos al Ser que Es”.
Mi consideración responde a que siento que justo es, que quien aún no sabe amarse
por lo menos guarde la pretensión.
Y que desde nuestra parte, sería también la justa petición.
Por demás, agradecida.
Mataji Shaktiananda
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