¿Qué sientes, crees, es lo que haces?
¿Una petición o un reclamo?
Y piensa bien, porque existe diferencia.
¿Cómo expresas? ¿a quién? alguna petición, ¿de qué manera?
¿O por el contrario te limitas a reclamar?
Y te explico, la petición se hace cuando desde alguna parte de tí,
sientes que necesitas algo que crees escapa de tu orden de acción.
Y tal vez porque te sientes incapaz de generar lo que crees estás necesitando.
Y entonces, procedes a pedir, a solicitar que te sea dada, que te sea cumplida esa petición.
Y en cierta forma nos hemos acostumbrado a ser así, seres que piden.
Intuyendo, imaginando, que existe alguien cercano o lejano
que pudiera complacernos. Vale más, cuando esa petición te la solicitas a tí.

Cuando reclamas,
se debería entender que hay alguna solicitud previa.
Es como si hubieses extendido un clamor,
básicamente para lo mismo,
para que desde algo o alguien,
algo se te dé, se te cumpla.
Y cuando no, surge entonces el reclamo,
que pareciera un derecho.
Muchas veces, ante el ofuscamiento,
ni siquiera nos damos cuenta
¿qué ocurrió? ¿qué fué lo que pasó?
¿qué circunstancia? ¿qué situación?
¿desde que se produjo ese incumplimiento?.

Tienes que revisar, tienes que ver,
incluso sentir desde que parte de tí
surge todo esto.
Incluso lo que te puedes reclamar a tí,
que es sumamente importante, capaz que lo más.
¿Te imaginas cómo puedes habitarte
si estás lleno de reclamos?
Que de ser peticiones,
se convirtieron en eso, uno tras otro.
Y tienes que saber que se trata
también de tu desamor,
de cómo te has ido concibiendo,
de cómo te consideras o no.

Y te vas cargando, ¡y si supieras cuántas cosas implica eso!.
Por lo que sería conveniente que empieces a observarte, que hagas un análisis consciente.
Y sin repetir, sin exagerar, sin dramatizar, sin exigirte demasiado,
puedas contemplar cuántos reclamos has podido sostener en tí.
Y me dirás, como siempre…¿y qué hago?, si es que así es.
Desde el mismo momento en que los haces presentes, conscientes en tí,
ya estás trabajando, ya estás definiendo una forma en tí de considerarte, de amarte.
¿Habrás entendido? ¿Estarás dispuesto? ¿Lo harás?.
Siempre espero que sí.