ALEGORÍA DEL SER
20 de Febrero de 2015
¿Valdría que nos presentemos?
Te pregunto.
¿Serías capaz de decir esta vez “mucho gusto”, ante lo que crees conocer y lo que pretendes desconocer?
¿Cómo deberíamos manejarnos en estas instancias?
¿Cuál es el protocolo? ¿Lo conoces? ¿Debería existir? O por el contrario,
¿Habría que quebrar instancias maldispuestas por el hombre, para obtener lo que crees,
o lo que crees es un conocimiento de algo, o de alguien?
¿Y si la prerrogativa es que pocos se conocen a sí mismos? ¿Y cómo se presentan?
Por un nombre, un apellido, un oficio, una actitud.
¿Cómo crees entonces que todo esto podría presentarse, ante lo que crees eres?
Deberíamos reflexionar. Hemos estado escapando por tanto tiempo de todo esto, hemos estado averiguando, manteniendo cercanías y distancias en todo lo que se relaciona a la propuesta del Ser. Y no es poco lo que hemos armado, más bien parecería demasiado. Y no nos hemos conformado con crear tantas corrientes, tendencias, creencias. Lo que te he contado…
Por eso es que te digo, ¿valdría que nos presentáramos nuevamente? Y no es que desconfíe de lo que eres capaz de observar, de sentir, de percibir. Pero ante tantos hechos, reacciones… ¿Y es que tampoco te vale que te sorprenda una acción? No la comprendes.
Hemos convertido lo real en siniestro. Hemos promovido en nosotros mismos tales formas de temor que ya ni siquiera medimos cuáles pueden ser nuestras reacciones. Por eso, aunque no obtengas tu respuesta, te digo: hay quienes hemos concebido una suerte de magia que comienza desde nuestra propia sustancia, alegoría del Ser. Y te puedes aprender la palabra, alegoría del Ser, que va más allá de lo que puede ser un pronunciamiento, un simple pronunciamiento en planos en los que la Luz tiene formas.
Entonces, hemos construido una forma de Luz cabal y que por costumbre, de esas tan humanas, por referentes, por instancias también tan humanas, tiene que amoldarse a estructuras conocidas, ¿o no? Y es cuando ves que hemos surgido de una Conciencia a la que tal vez ni conoces ni reconoces, no siendo verdad, tan solo que no recuerdas. Se te olvidó.
Se te olvidó que partimos de una Verdad, de un Absoluto, de un Principio, de una realidad creada y más que vivida, y que por Conciencia propia la sabemos Eterna e Inmortal. Y que cada vez que algo así se presenta, surge en muchos la dicotomía creer o no, aceptar o no, algo que realmente no influye ni atañe lo que hecho está, lo que dado está, lo que propuesto está.
Por eso es que respondiéndome diría: tendrías que saber por ti mismo, si valdría la pena que nos presentáramos. Sobre todo porque no hay intención de manifestarse ante nadie como nada. Es por eso que la ejecución aquí va por un encuentro, una asimilación, una incorporación, un trabajo conjunto, una muestra de Amor.
Ya no podríamos desperdiciar tiempo ni retrasar tareas, intentando que desde alguna parte de ti puedas reconocer algo. Así que los que estamos y queremos Ser tan sólo somos eso: una existencia, que propicia la existencia, que reclama la existencia y que ejecuta la existencia.
Por mi parte, desde lo que es mi manifiesto, solamente expreso gratitud, ante lo que conozco y reconozco de mi Ser, de lo que esto Es y de lo que la Verdad Es. Nada más.
Mataji Shaktiananda
0 Comments