TE BRINDO MI PAZ
29 de Agosto de 2014
Nuestras batallas son constantes, continuas y hasta conscientes.
Te preguntarás: ¿quién nos ha hecho vivir en ese estado de guerra constante? Y siempre será válida la pregunta, mientras desde de ti exista esa forma consciente también de lucha.
Te preguntarás: ¿quién nos ha hecho vivir en ese estado de guerra constante? Y siempre será válida la pregunta, mientras desde de ti exista esa forma consciente también de lucha.
Hay quien dice: no es cierto.
Hay quien te promete otra manera,
hay quien se burla de lo que puede ser visto
como tu intranquilidad, no siendo así.
Tan es que desde alguna parte de ti ya sabes,
ya entiendes, ya quieres y te haces más consciente,
más autocrítico, también más responsable,
sobre todo de todo cuanto pasa;
Hay quien te promete otra manera,
hay quien se burla de lo que puede ser visto
como tu intranquilidad, no siendo así.
Tan es que desde alguna parte de ti ya sabes,
ya entiendes, ya quieres y te haces más consciente,
más autocrítico, también más responsable,
sobre todo de todo cuanto pasa;
y comienzas entonces a darle
curso a esa confrontación,
a querer aniquilar, oprimir,
matar a lo que sabes ya no es de ti.
Y te cuesta pensar si realmente es de aquí.
Lo es, es de aquí, de todo esto,
de todo lo que somos y que hemos convertido
en un campo de mil batallas.
curso a esa confrontación,
a querer aniquilar, oprimir,
matar a lo que sabes ya no es de ti.
Y te cuesta pensar si realmente es de aquí.
Lo es, es de aquí, de todo esto,
de todo lo que somos y que hemos convertido
en un campo de mil batallas.
Desde mi disposición quiero que sepas que no importa cuantas veces me hieras,
intentes fulminarme o simplemente te contentes con matarme en ti, todo eso es, aunque no lo creas,
mi justa victoria, mi expansiva gloria, mi verdadera tarea.
Por eso es que si algo puedo después de todo eso es brindarte mi paz.
Te la brindo, te la doy y, aunque tampoco lo creas, jamás he salido restada en batalla alguna,
por el contrario, persiste el Amor, vive el Amor, siempre.
intentes fulminarme o simplemente te contentes con matarme en ti, todo eso es, aunque no lo creas,
mi justa victoria, mi expansiva gloria, mi verdadera tarea.
Por eso es que si algo puedo después de todo eso es brindarte mi paz.
Te la brindo, te la doy y, aunque tampoco lo creas, jamás he salido restada en batalla alguna,
por el contrario, persiste el Amor, vive el Amor, siempre.
Om Namaha Shivaya
Mataji Shaktiananda
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