De ninguna forma me establezco en reclamo, ¿cómo podría?
Pero quien no oye advertencia, ¿qué le queda?
Y, hasta donde sé, le queda sufrir.
Entonces eligieron eso, hasta sufrir por mí.
¿Por qué?
¿Por qué he de ser la excusa para que no puedas ser?
Y te repito, no te reclamo, ni siquiera te vuelvo a advertir.
Ya no puedo ni debo, y tampoco quiero.
Tienes que querer tú.
Y no creas, ni siquiera me han rozado esas tensiones de dolor y sufrimiento.
Si tan solo comprendieras lo que como sustancia fui: Solo sustancia.
Hoy no necesito nada,
En la eternidad de mi Sustancia está todo.
Cuando puedas, establece en ti algo más de lo que fui.
Si creyeras, como debemos creer,
sabrías que hemos sido creados simplemente para
ser el manifiesto exacto del Padre Creador.
Y si me preguntas:
¿Acaso cumpliste esa tarea?
¿Fuiste tú ese manifiesto?
¿Eres quien dijiste ser?
¿Acompañas tú al Ser Supremo?
¿Eres en Él?
Absolutamente.

Por eso es que puedo hablarte así.
Y que lo único que conduce la estela de mi Ser es la Verdad eterna,
el Gozo supremo y la Bondad Infinita del Padre Dios Creador Supremo.
Si mi Fe no te alcanzó, no te culpes.
Te puedo decir: A mí tampoco.
Por eso, hoy, sé que Soy el que Soy.
Pero hay tanto más. ¡Tanto más!
Y por eso es que deberías consagrarte al Ser,
Ser en el Ser.
Nada más.