Bebe tu Ser.
Toma de ti.
Llénate de toda esa Sustancia que eres.
Si es que todavía no has podido,
es porque no te has vaciado lo suficiente.
Y te preguntarás: ¿De qué?
Y es de todo aquello que
no te permite llegar a esa placidez,
a eso que finalmente te permite sentirte pleno.
Y es que no tienes que buscar nada fuera de ti.
Lo que contenemos es esa Sustancia, esa Esencia,
que puedes impregnarla cada vez más de lo que Es.
Es como si pudieras alimentarla
y hacerla cada vez más.
Debes saber que nos hemos llenado
de tanto que no es, que no eres.
Y que todo eso está allí,
permanece ahí porque no has establecido
el suficiente propósito de drenarte.

Es sacar lo falso, lo angustiante, todo ese dolor,
toda esa miseria que hemos ido acumulando,
un tanto por desidia y otro por temor.
Pensamos, creemos, que todo ‘eso’ somos.
Porque lo hemos sido, no siendo así.
Es el tiempo de saber contener,
no te diría que una sustancia nueva, no es así.
Se trata de tu misma sustancia,
reconocida tras tanta experimentación.
Hemos sido, somos,
una experiencia hermosa del Dios.
¿O no lo sientes? ¿O no lo crees? ¿O no lo sabes?
Mira tus ojos,
Mira de qué están llenos.
Avanza en esa respuesta.
Y aunque encuentres tristeza, miedo,
atrévete hoy a llenarte de ti con lo que ya sabes,
con lo que ya quieres,
con lo que ya puedes.